El Castillo Pittamiglio presenta 'Otelia'

Los sábados a las 19 horas en el Castillo Pittamiglio (Rambla Gandhi 633) se está presentando "Otelia", una pieza teatral breve que revisita la literatura de Shakespeare a través de un equipo juvenil dirigido por Claudia Galván."A las actrices se les pidió olvidar a Otelo, porque en esta oportunidad queríamos ensuciar un poco la versión original, hacerla menos idealista y más moderna. Acá Desdémona no es ninguna santa, y eso fue una de las cosas que más costó y cuesta. A Otelia, fundamentalmente, se la trató de alejar del modelo masculino", explicó Galván a El País.En un pequeño escenario informal, Otelia cobra vida encarnada por Ximena Lacués, mientras que el rol de Desdémona está a cargo de Maite Yerle. El papel de Iaga está a cargo de Lucién Masi, y el rol de Katsia lo realiza Mariana Costa. Ellas están ataviadas con un buen vestuario, lleno de detalles, cuyo diseño y realización es producto de la dedicación de Rodrigo Pasantes y Diego Díaz."El tema de la obra sigue siendo el mismo que en la pieza original: las pasiones potenciadas hasta llegar a la locura y la muerte. Y por supuesto el tema de los celos, que me dio la oportunidad única de acercarme a esta obra clave de la literatura universal, por lo menos que yo conozco, en donde esta pasión está poéticamente resuelta. Y fui haciendo esa inversión, una selección necesaria, un recorte de verso, algún agregado", puntualiza la directora, muy conocedora del terreno dado que es también profesora de literatura de larga trayectoria."Cada una de las actrices, como mujer, expresaría una parte de la mujer, pero juntas también siguen siendo un ideal", sostiene Galván, agregando que el uso del espacio escénico tuvo un primer diseño durante los ensayos, que luego se fue ajustando a medida que se empezó a trabajar en el Pittamiglio."Inicialmente, idealmente, la obra pretendía el uso de patines y skates por parte de las actrices, cosa que luego no se dio por falta de espacio entre otras cosas. De todas maneras, siempre se pensó en el artefacto escenográfico nave-lecho, donde se desarrollarían las escenas más íntimas y de relevancia visual, pero también queríamos un espacio más amplio para las escenas de baile, que son dos y que me gustan mucho".Para eso se echó mano a un escenógrafo de reconocida trayectoria, Iván Arroqui, complementada por un trabajo de utilería a cargo de Mathías Maciel Galván."Al principio se pensó en un mascarón de proa que fuera un animal fantástico, mezcla de las cuatro protagonistas...