¡Atención con ciertas leyes!

El pasado 28 se estrenó en Venezuela, con buena respuesta de público, una película escrita por el exdirector del Sodre, Fernando Butazzoni, producida y dirigida por Joel Novoa, hijo de padre uruguayo, también director de cine. Se trata de una ficción basada en un hecho real. El atentado a la AMIA ocurrido en Buenos Aires en 1994.La historia se desarrolla alrededor del enfrentamiento de un terrorista palestino y un agente del Mossad.Novoa ha contado que el tema del terrorismo lo empezó a obsesionar a partir de haberse salvado por casualidad, del atentado del 11 de setiembre a las Torres Gemelas, ya que podía haber sido uno de esos desgraciados pasajeros. Sin embargo, ha pensado en bajarla de cartel, debido a las presiones recibidas y la imposición de un organismo llamado Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, que obligó a los cines a transmitir antes del film, sin aclaración de ningún tipo, un cortometraje propalestino. Los chavistas acusaron a la película de Novoa de antibolivariana y a favor del sionismo. Les pareció, luego de ver una sinopsis, que el protagonista judío causaba menos rechazo que el musulmán, así que aplicaron la ley de cine venezolana que obliga a proyectar en todas las salas cortos venezolanos "no propagandísticos ni publicitarios", antes de la exhibición de un largometraje. Y justamente eligieron ese.Para los venezolanos no habrá sido algo sorprendente, pero sí para los uruguayos. En Venezuela hace muchos años, tantos como lleva el chavismo en el poder, encabezado actualmente por Nicolás Maduro, heredero del finado Hugo Chávez, que la libertad de expresión prácticamente desapareció. Las persecuciones a la prensa libre, las confiscaciones, además de la conformación de un gran conglomerado de medios radiales, televisivos y escritos que son o del Estado o de gente amiga.Acaba de venderse Globovisión ante la imposibilidad de seguir bajo el permanente acoso facilitado por la pérdida de independencia de la justicia y la sanción de leyes y normativas útiles para amordazar.Como sucede con los autoritarismos, sus tentáculos se extienden por todos lados. En esta ocasión, la tenaza apretó en el mundo artístico, en el ambiente de la cinematografía. Y como suele suceder...