La ciudad: atentados y defensa patrimonial

JORGE ABBONDANZALa demolición de una gran casa de estilo Art Nouveau en Bulevar España y Juan Paullier, volvió a plantear el debate montevideano entre la preservación de valiosos ejemplos arquitectónicos del pasado y la pérdida de ese patrimonio cuando carece de disposiciones legales que lo amparen. Como cualquier otra forma de crecimiento, el desarrollo de una ciudad a través del tiempo debería producirse de manera razonable y ordenada, admitiendo los sellos de modernidad y los beneficios de la planificación sin comprometer las piezas más estimables que acreditan su historia, su identidad, su belleza y el carácter de su paisaje.Cuando se produce un caso como el señalado, cabe pensar que la autorización municipal para tirar abajo una construcción, se otorga sin el detenimiento ni la exigencia que deberían regir tales trámites. Así ha ocurrido con otros ejemplos de significación inestimable (Mercado Central, Palacio Jackson, Bazar Colón) en provecho de cambios desatinados, intereses empresariales o simple espíritu de lucro, colaborando en el gradual empobrecimiento de unos cuantos puntos de la ciudad, como sucede con el surtido de alturas y estilos que rodea la Plaza Independencia. Cuando se incluye una edificación en el registro de Monumentos Históricos o en la lista de bienes de interés municipal, se logra proteger una parte del viejo acervo...