El club de la soberbia

Politólogos, periodistas y "expertos" que nos explican las razones por las cuales el Frente Amplio perdió unos 200 mil votos. Pero, sobre todo, qué puede pasar de aquí al último domingo de noviembre. Pero hay un elemento que pocos de estos expertos han manejado, probablemente debido a que muchos "renguean" de esa pata a decir de Mujica, y que quedó muy a la vista cuando Daniel Martínez dijo el pasado lunes que el balotaje "es ganable".> > Hablamos, como el lector avezado se puede imaginar, del pecado de soberbia que ha tomado a buena parte de la dirigencia del Frente Amplio.> > Usted haga un ejercicio bien simple. En este momento la cúpula del oficialismo debe salir a pedir el apoyo de los votantes que no los acompañaron en la primera vuelta, ¿verdad? Bueno, pongamos que el gobierno decide encomendar a su plana mayor, a su gabinete ministerial, para que salga a movilizar a la sociedad y a pedirle una nueva oportunidad. > > Entonces, así como se movieron de manera reñida con la Constitución durante las semanas finales de la campaña a trabajar por Daniel Martínez, imaginemos que Ernesto Murro, María Julia Muñoz, Eduardo Bonomi, Marina Arismendi o Danilo Astori, tuvieran que salir a pedir votos a no frentistas, ¿qué resultado cree usted que lograrían? ¿A cuántos no frentistas podrían convencer?> > La respuesta obvia es a ninguno. ¿Por qué? Porque desde hace 15 años, la sociedad se ha bancado a estos señores que la trate como estúpidos. Que le justifiquen lo injustificable con tono doctoral y despreciativo: desde la contratación de un aspirante a yerno, a los aumentos de tarifas convertidos por la magia del manto sagrado progresista en rebajas, que le ninguneen el problema de la inseguridad diciendo que es una "sensación térmica", o que estamos en medio de una reforma educativa igual a la de Varela.> > Durante buen tiempo, la sociedad no castigó estas conductas por un tema de que la economía más o menos marchaba, y porque todavía funcionaba la influencia del aparato mediático paraestatal del Frente Amplio, que demoniza a cualquier rival como el anticristo. Pero la gente se cansó. Se cansó del desprecio de Astori, de la soberbia de Arismendi y Muñoz, del dogmatismo marxista de manual de Murro, y del fracaso perenne e irredento de Bonomi. Y se cansó de que cada vez que algo no funciona, o que hay un problema, la culpa siempre sea de otro, de los ricos, del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR