Comerciantes de Colón reclaman se mantenga la vigilancia policial

Los vecinos de Garzón y Máximo Santos, donde el sábado en la noche murió un policía, durante una rapiña, reclamaron mayor vigilancia ante autoridades de la Zona III. Ayer, dos efectivos vigilaban el lugar."El tema es cuánto va a durar esto, porque ya nos han pasado este tipo de cosas, nos ponen vigilancia y a la semana o a los 10 días no vienen más", dijo Miriam Bertoni, dueña de la panadería, del barrio Colón, donde el sábado pasado, murió Richard Castro, de 41 años, 11 de ellos en el cuerpo policial y padre de cinco hijos.En tanto, Álvaro Mesa, de 26 años, el delincuente que ultimó a Castro, falleció ayer en el Hospital Maciel, luego que el domingo a la mañana, al verse acorralado por la Policía y tras un tiroteo, se disparara en la cabeza. Tras el homicidio, el delincuente se había escondido en la casa de un amigo, a pocas cuadras del lugar de los hechos.Mesa tenía un antecedente penal, por un delito de homicidio muy especialmente agravado en grado de tentativa, del año 2009.Según dijo Bertoni, el viernes, a las 8:15 de la mañana, Mesa había estado en la panadería y "no se animó a hacer nada porque estaba mi marido. Miró unas cosas y se fue. Al rato volvió y compró algo. En ese momento mi esposo llamó a la Policía y dijo que era sospechoso", contó.Ya el sábado a la noche, volvió con intenciones de robo. "Tenía la misma ropa que el día anterior, un pantalón tipo hippie, rayado, una campera, el morral con el escudo de Nacional", dijo Bertoni."¿Qué me mirás así, tan feo soy?", dijo Mesa a una de las empleadas que había reconocido la descripción aportada por sus compañeras el día anterior."Cuando le va a dar el morral, para que ponga la plata, se le cae el celular. En ese momento pasó Richard (Castro) y de afuera le hizo señas para que se fuera", señaló la comerciante."¿Por qué me voy a ir si no estoy haciendo nada?", respondió el delincuente, mientras escondía en su espalda un arma calibre 22."Castro se dio cuenta que escondía un arma y se fue acercando hasta que este tipo le partió el corazón de un tiro. Lo mató como a un perro", relató Bertoni indignada.Los comerciantes negaron rotundamente que Castro hiciera guardia de vigilancia particular, comúnmente conocida como 223."Él era...