Concentración de medios

El Sistema Interamericano de Derechos Humanos ha tenido un papel significativo en la promoción y defensa de la libertad de expresión, construyendo una doctrina que constituye la fuente principal de referencia en la materia.

Sus sentencias, los pronunciamientos de la CDH, los informes de la Relatoría y la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión, han sido fuente principal de dicha doctrina. La solidez jurídica de las actuaciones de los diferentes órganos del sistema, frente a diversas violaciones y restricciones ilegítimas a la libertad de expresión denunciadas a lo largo de décadas, ha generado -hasta ahora- un amplio y transversal respaldo de la sociedad civil, legitimando el sistema en su conjunto.

Desde luego habrá opiniones y posiciones diversas frente a los diferentes temas relacionados con un derecho tan esencial para la democracia como es la libertad de expresión. Uno de esos temas es la concentración en la propiedad de los medios de comunicación social. Si bien esto es un fenómeno que se produce en todas las industrias y que tiene relación con la búsqueda de eficiencias para competir en un mundo globalizado y complejo, un nivel de concentración excesiva o indebida, puede tener efectos negativos en la diversidad y el pluralismo, al posibilitar abusos de posición dominante, impidiendo el surgimiento de nuevos medios o dificultando la subsistencia de medios de menor tamaño. De ahí que la forma más eficiente de prevenir esos efectos indeseados, sea a través de instituciones autónomas y especializadas de libre competencia o antimonopolio, que puedan autorizar o negar fusiones o adquisiciones, en función del tamaño del mercado, de las barreras de entrada y que cuenten con potestad para fiscalizar y sancionar prácticas anticompetitivas o de competencia desleal.> > Hay quienes promueven una agenda, que la actual Relatoría para la Libertad de Expresión ha acogido con cier-to entusiasmo, para dictar legislaciones nacionales especiales y específicas para los medios.> > Varios son los problemas que genera ese tipo de normas específicas. Por de pronto, los medios de comunicación no son compartimentos estancos, están insertos en la sociedad y en la economía, interactuando con otras industrias y compitiendo con diversos y nuevos actores. > > Imponerles normas rígidas y exclusivas, deja a los medios tradicionales en desventaja frente a nuevos jugadores -muchos de ellos internacionales- que compiten y disputan la audiencia y la pauta...

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