La consagración de un amor

Fernando Cabrera es el artista ideal para repasar y reformular las canciones de dos de los grandes Eduardos de la música uruguaya, Mateo y Darnauchans.

Los admiró, los conoció, los trató y trabajó con ellos (con Darnauchans grabó Ámbitos y está, claro, el clásico Mateo yamp; Cabrera ), todo un ciclo de amor que se consagra con esta serie de shows que durante todo junio estará los miércoles en la Zitarrosa.

Lo hace con un heredero más reciente de aquella tradición, Edu "Pitufo" Lombardo, quien en tiempos de Mateo por 6 ya repasó parte de este cancionero.

Como es costumbre de la casa, Cabrera no se toma las cosas a la ligera. Durante una hora y media y apoyado por una guitarra eléctrica, rearma las canciones de Mateo y Darnauchans a su medida. Es un trabajo de buen orfebre: resalta los rasgos más bonitos del material que está puliendo.

Destaca, por ejemplo, y más allá del ritmo, la melancolía de muchas de las canciones de Mateo o resalta las ricas melodías de Darnauchans y sus juegos poéticos.

Al comienzo, hay versiones más "respetuosas" como las de "Canción 2 de San Gregorio", "Memorias de Cecilia", "Claros" o "Final", las tres de Darnauchans, que tienen la belleza tan a flor de piel que Cabrera prefiere dejarlas así como vinieron al mundo.

Pero la experimentación va ganando espacio cuando, a mitad del show aparece Lombardo, quien aporta voz, guitarra y percusión. De antemano parecería una combinación exótica pero la aproximación de Lombardo al material desde otro ángulo, termina aportando otra riqueza.

Cabrera aprovecha a su compinche para arreglos complejos que lo colocan en una de sus zonas de confort: la de la experimentación. En un...