'Crocus': cocina y salón excelentes

SEBASTIÁN ELCANOUn par de incursiones bastan para enamorarse de Crocus. Un espacio generoso, acogedor, sumada la camarera colombiana Jazmín, linda y eficaz. La cocina responde a Balbis, Borges y Jorge Lorenzo, el propietario floridense. La carta sensata en extensión permitió a la Escudería aplaudirla. Elogios unánimes para el risotto. Sebastián disfrutó de la excelente sopa de calabaza y del pato con tallarines al aceite de trufas. Punto de cocción del ave, impecable. El vino de la cava de Lorenzo merecía ser bebido de rodillas y descubierto: Chateau Pichon Longueville, maravilloso cru de Paulliac, Burdeos. El lunes 29, día de gnocchi, Sebastián regresó para comprobar que el plato del día era perfecto, en dos versiones: una con arrollado de carne y otra con el ragoût envuelto en hoja de repollo. Sebastián ordenó simplemente la pasta, elaborada con papa, como debe ser en su impronta genuina, con la Bolognesa y nada más. No logró terminar el plato. Se permitió llevar un par de botellas de vinos: un Syrah Cánepa estupendo y el deslumbrante Valpolicella de Bolla, ambos de Vinos del Mundo. El postre se deslizó hacia el arroz con leche. Café y el propósito de volver pronto.Crocus, San Salvador y Minas, 2411 0039...