Cuatro ministros bajo observación

Cuatros ministros del gobierno están por estos días en el centro de cuestionamientos por su gestión, y si bien el gobierno insiste con quitar trascendencia a las críticas, los teman impactan indirectamente en la campaña electoral para octubre.Un proyecto de Rendición de Cuentas de un solo artículo trajo dolores de cabeza al gobierno de José Mujica, al mostrar que la previsión de déficit en las cuentas públicas para este año, trepó de 2,4 a 3,3% del Producto Bruto Interno. Mario Bergara, el ministro de Economía, se ha visto obligado a explicar desde entonces por qué aumentó el gasto público.Esa misma Rendición trajo otras sorpresas: datos discutidos o erróneos sobre mortalidad infantil, muertes por cáncer y reincidencia de presos.Además, la cifra de homicidios en lo que va del año, que muestra que los crímenes de sangre no dan señales de reducirse, puso al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en medio de otra polémica. Esta semana el ministro la abonó al decir que la última muerte (la de un comerciante baleado en una rapiña) no habría sido importante para los medios si no se estuviera en campaña electoral.El gobierno ratificó esta semana en el Parlamento, al defender la Rendición de Cuentas 2013, que el déficit fiscal inicialmente previsto de 2,4% del PIB, cerrará el ejercicio en 3,3%. No obstante eso, el ministro Bergara consideró que es "sostenible" y que la cifra "no es relevante", e insistió en que no será necesario un ajuste fiscal.Sin embargo, para la oposición la preocupación está latente: la diputada Ana Lía Piñeyrúa (Alianza Nacional) consideró que el gobierno tiene un "excesivo optimismo" sobre el control que pueda tener en variables como el déficit fiscal y la inflación, según le planteó el ministro en la comisión de Presupuesto el miércoles.Isaac Alfie, exministro de Economía y asesor del candidato colorado Pedro Bordaberry, afirmó que la diferencia entre el déficit previsto (2,4%) y el proyectado (3,3%) es "enorme", adelantando que el próximo gobierno "de alguna manera lo va a tener que solucionar" porque "es insostenible". Alfie declaró a El País que un gran componente del déficit está en la gestión de las empresas públicas: "es gasto festivo, derroche puro. Con una política consistente en las empresas públicas ni siquiera se precisa aumentar las tarifas", aseguró.Alfie puso como ejemplo del "gasto descomunal" a Antel. "¿Qué es lo que no auspicia Antel?", preguntó en tono de ironía, mencionando además otros casos de "inversiones disfrazadas...

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