A las cuchillas... de nuevo

Se pudrió todo. Años de delicado cortejo y de sutiles sensiblerías para encauzar la relación con Argentina, volaron por los aires la semana que pasó. Las duras palabras de la senadora Topolansky, una de las dirigentes que más cultivó la relación carnal con los vecinos, y la vía libre de Cristina Kirchner para que su canciller saliera a mostrar los dientes, parecieron volver el almanaque casi 10 años atrás. Una crisis que tendrá severo impacto político en Uruguay, pero que sobre todo genera la pregunta ¿por qué ahora?Es que durante estos cuatro años, Mujica ha pagado un elevado costo por su acercamiento hacia Argentina. Un acercamiento que él mismo eligió como gran carta de diferenciación de lo que había sido el estilo de su predecesor Tabaré Vázquez. Se endureció la actitud hacia Gran Bretaña por las Malvinas, se acordó el intercambio de información tributaria, se toleraron todas las medidas proteccionistas que están sepultando el Mercosur.Incluso se prestó para servir de decorado en varios actos políticos de la mandataria vecina. Una estrategia que fue aprovechada en forma ostensible por la oposición, y más disimulada dentro del propio oficialismo, para golpear a Mujica sin piedad.Entonces, ¿qué llevó al presidente a decir basta, justo en año preelectoral, y en vísperas de una temporada turística que ya lucía problemática? Y sobre todo con un tema que no parece tan desequilibrante como es la autorización a Botnia a aumentar su producción un mísero 7%, y cuando en algunos círculos se comentaba que el mandatario ya les había dicho que no.Es muy difícil interpretar la lógica caótica con la que funciona la cabeza presidencial, pero hay señales que resultan ilustrativas.Primero, el fracaso de lo hecho hasta ahora. Pese a todo el amor brindado, la realidad es que los resultados de esta estrategia han sido nulos para Uruguay. En materia de comercio bilateral, en materia de proyectos comunes como el energético, en materia de foros internacionales (hay que recordar que Cristina nos denunció como paraíso fiscal ante la OCDE).Por no mencionar el tema de los ríos en común, donde obras trascendentes como el dragado de los canales, y varios proyectos de infraestructura clave para Uruguay, duermen en los cajones de los...