¿Culpables o inocentes?

Mueren por año en el mundo aproximadamente 1.350.000 seres humanos -y más del doble resulta herido de gravedad- en accidentes de tránsito. Una proporción significativa sufre secuelas de por vida, resultado de choques, vuelcos y patinadas. Dentro del cálculo están los peatones, los ciclistas y otros, víctimas de estos tristes episodios que dejan a familias desmembradas, huérfanos, etc. Según algunos cálculos el gasto, resultado de estos siniestros, ronda el 3% del producto interno de muchos países. Pero últimamente nadie acusa a las empresas que arman autos de ser peligrosas para las personas. Es el "homo sapiens" quien es peligroso por su conducta o falta de ella. El mismo criterio debería aplicarse a las plataformas informáticas.> > Es verdad que en el pasado hubo una cruzada que abogó para que los autos sean más seguros, dañen menos gente en los (estadísticamente) inevitables choques. Por eso se hizo obligatorio, en casi todos los países, obtener y tener actualizada una licencia de conducir. El uso del cinturón de seguridad. Se instalaron bolsas de aire y se tuvo cuidado en que los elementos fuera y dentro del vehículo eviten, en lo posible, ser punzantes. Quienes son mayores o los que han estado dentro de autos antiguos han notado una enorme transformación. El manubrio hoy es mullido, las manijas están diseñadas para no incrustarse en el conductor o pasajero, en caso de colisión. Los vidrios y espejos están tratados para que, al romperse corten menos. Para evitar que algunos se desnuquen o sus cervicales sean lastimadas los asientos hoy tienen apoya cabezas.> > En gran parte, esto se lo debemos a Ralph Nader (*) que lideró una verdadera revolución enfrentando a las poderosas automotrices. Con frecuencia se lo veía dando reportajes y contestando preguntas en la televisión norteamericana, entonces en blanco y negro, explicando la necesidad y conveniencia de imponer reglas para la fabricación de vehículos más seguros. Muchos al principio lo creían medio loco pero algunos políticos lo apoyaron y fue llamado a sala en el congreso de los EE.UU. Allí acusó a los jerarcas de General Motors, Ford y Chrysler de vender un producto peligroso. Luego las cortes reforzaron este clamor, seguido por las compañías de seguro y se mejoró mucho al auto en el aspecto seguridad. Los adornos de cromo fueron desapareciendo. Ahora, si el chofer, el motociclista o el peatón es un descuidado, un irresponsable, un psicópata, está ebrio o es un terrorista, el...

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