Dar ventaja

PILAR BESADACada año, más de 1.200 jóvenes empiezan la carrera de abogacía en la Universidad de la República, un número que se ha mantenido más o menos constante en los últimos tiempos. Mientras, en la Universidad Católica y en la Universidad de Montevideo ingresan a lo sumo 80 estudiantes, entre ambas, para estudiar la misma carrera. Pero al momento de buscar nuevos talentos, los mejores estudios de abogados del país contratan casi en partes iguales a alumnos de la pública y de las privadas. ¿Por qué, a pesar de su abrumadora superioridad numérica, hoy la universidad pública compite palmo a palmo con el sector privado por los mejores puestos de trabajo? La respuesta está, en parte, en que la Universidad de la República ni siquiera se plantea la pregunta. Desde el decanato de la Facultad de Derecho dejaron claro que en 18 de Julio y Eduardo Acevedo se preocupan poco por saber qué pasa en las demás facultades de derecho del país, o por las políticas de reclutamiento de los estudios (ver entrevista).Lo cierto es que, entre otros motivos, hoy los estudios demandan cada vez más abogados con habilidades en derecho comercial y corporativo, un enfoque que no ha sido el tradicional de la facultad pública, que se centra más en el derecho civil y litigante. También influye el conocimiento de inglés jurídico, algo que las privadas destacan en la formación. La capacidad de la pública de mantenerse al día es muy poca, y en general corre por cuenta de cada docente.Actualmente, por ejemplo, todos los docentes consultados coinciden en que hay que reformular el plan de estudios, que es de 1989, pero la tarea parece titánica. El encargado de reformarlo es el Claustro de la facultad, el organismo legislativo de 35 miembros que debería sesionar una vez al mes, pero tiene dificultades para funcionar por falta de quorum; de hecho, desde mediados de 2010 sesionó solo 16 veces.Además, un nuevo plan no se va a resolver en una sesión, sino que se espera un proceso largo de idas y venidas.Por otra parte, todas las decisiones ejecutivas de la facultad se toman en el Consejo, un órgano de 12 miembros que se reúne cada 15 días. Allí se trata desde la contratación de personal de limpieza o el otorgamiento de licencias hasta los planes de estudio. Carlos Delpiazzo, exintegrante del Consejo y actual director del Instituto de Derecho Administrativo de la facultad, definió al funcionamiento del consejo como "paralizante". "Basta mirar el orden del día de las sesiones del Consejo para ver que los grandes temas requeridos de resolución nunca pueden llegar a tratarse, porque el tiempo de cada sesión se agota en el tratamiento de cuestiones de ordinaria administración, que deberían resolverse en el nivel ejecutivo y no en el de conducción superior", dijo Delpiazzo a Qué Pasa.RIÑAS Y DISPUTAS. Desde 2006, la Facultad de...

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