Un debate incómodo

Qué tema el aborto. Debe ser uno de los debates más complejos que se puede dar a nivel político. Un tema en el que se cruzan visiones religiosas, ideológicas, y que en el fondo consiste en decidir quién debe prevalecer en un balance de derechos entre dos vidas, o al menos entre una vida y algo que tiene la potencialidad de serlo.Martín AguirreLa consulta popular prevista para el día 23 de este mes, vuelve a polarizar la discusión, en un país que se muestra cada vez más polarizado.A la hora de encarar este debate parece haber dos extremos bien delineados. Por un lado, un núcleo de ciudadanos que, basados en concepciones religiosas, se oponen a toda forma de reconocimiento del aborto, por entender que instaura un sistema burocrático que habilita a cortar el desarrollo de una vida humana. Vida que, asumen, es tal desde la misma concepción. En el otro extremo, una visión presente en sectores identificados con un feminismo muy militante, y que entiende que la mujer debe tener derecho a programar su vida y su maternidad de acuerdo a sus deseos. Y que la ilegalidad del aborto es una hipocresía que lo único que genera es que mujeres de bajos recursos deban recurrir a sistemas barbáricos.Ambas visiones, a poco que se analiza, son menos homogéneas de lo que parece. Primero, porque en realidad el influjo de la religión ha tenido históricamente muy poco peso en el debate político nacional, e incluso las posturas dentro de cada gran religión sobre este tema, tienen matices. Segundo, porque las posibilidades que hoy brinda la medicina, han llevado a que el costo y los riesgos de vida de realizar un aborto, se hayan reducido a niveles mínimos.Pero entre estas "puntas", se encuentra una cantidad de gente que busca encarar el tema sin la red de seguridad de los dogmas, y que avanza a tientas por un campo minado por sensibilidades y corrección política. Se podría deducir que hay una mayoría que no comparte penar la interrupción del embarazo en forma draconiana. Pero esa misma mayoría encuentra chocante la absoluta liberalización del aborto, y teme en el acierto o en el error que el mismo se pueda convertir en algo banal. Tal vez reflejo de esto era la solución legal en el país hasta la aprobación de la ley hoy cuestionada, en la cual la pena severa era para el médico, y que preveía amplias causales de exoneración para la mujer.Como confirmación de que esta sería la postura mayoritaria se puede tomar que según un sondeo de Equipos Mori un 53% de uruguayos está contra la...

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