Decano de los alfajores es minuano

Son los decanos en el rubro y ya crearon el alfajor más grande del mundo. Hoy, a punto de lanzar al mercado cuatro líneas nuevas, los dueños de De Las Sierras de Minas aseguran que la empresa les ha dado más satisfacciones que dinero. "Aparte de un orgullo es un compromiso a defender y mantener intacto", afirmó Juan Cedrés, uno de los cinco hermanos que llevan adelante este negocio.Hace ya más de medio siglo que a don Conrado Cedrés se le ocurrió fabricar un producto con sus manos, que hoy es un símbolo y, para muchos, un valor cultural de Minas: el alfajor artesanal.Este producto de origen árabe se ha potenciado con el correr de los años como algo clásico del Río de la Plata. En la actualidad, Uruguay tiene un mercado alfajorero bastante desarrollado. Aquí se fabrican alrededor de cinco millones de alfajores mensuales.De Las Sierras de Minas es una pequeña empresa familiar que, al fabricar para otras marcas tales como Punta Ballena y Marley, produce alrededor de 500.000 unidades por mes. De ese total, 175.000 alfajores son de su propia marca.Se trata, para quienes no lo han probado, de un alfajor relleno de dulce de leche y bañado a mano con merengue. Sin proponérselo, su producto "estrella" tiene una gran demanda del público adulto de ingresos medios y medio altos por las características del envase y el precio. Este es directamente proporcional al trabajo que lleva su preparación y al costo de las materias primas. "No es caro porque tengamos mucha ganancia; es caro porque es difícil de hacer", dijo Cedrés. El producto no tiene conservantes ni aditivos. Está hecho con una masa blanda, un batido estilo bizcochuelo, cuya fórmula secreta ha ido pasando de generación en generación."Lo exclusivo del producto es el amor con que se hace", dice Cedrés. La conjunción del tipo de masa con el merengue y el dulce de leche es lo que le da el estilo único. Cada alfajor lleva 40 gramos de dulce de leche que, a su vez, es exclusivo. "Hace veinte años que trabajamos con la fábrica Piñerolo de Colonia, que ha logrado crear un dulce repostero con las características especiales, tanto de consistencia como de color, haciendo que combine de una manera adecuada con la masa amarillenta hecha con yema de huevo", agregó.Es un trabajo que se hace a diario y en equipo. Cuarenta y tres personas trabajan en Minas elaborando los alfajores, mientras ocho jóvenes recorren distintas zonas de la costa de Montevideo levantando los pedidos que al día siguiente dos camiones distribuyen a los...