Declaró secuestrador y surge un giro inesperado en investigación

Las declaraciones del secuestrador de Milvana Salomone, Pedro Leone Echart, y escuchas telefónicas efectuadas por la Policía dieron un vuelco inesperado a la investigación del caso.

En un hecho inusual, la jueza penal de 10° Turno, Dolores Sánchez. y la fiscal de 2° Turno, María Camiño, se reunieron durante tres horas y media con el subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, el Director Nacional de Policía, Julio Guarteche y el jefe de Montevideo, Mario Layera.

Fuentes del caso indicaron a El País que, tras las declaraciones de Leone Echart, ahora se abre una nueva línea de investigación que podría tener "derivaciones insospechadas", ya que existen otras personas sospechosas vinculadas al secuestro de Milvana ocurrido en la tarde del domingo 17 de mayo en Parque Batlle mientras se jugaba el partido clásico.

El miércoles 24, las principales autoridades recibieron a Milvana, a su esposo, Germán Álvarez, a su hermano, Pablo Salomone y a los abogados Jorge Barrera y Leonardo Costa.

En la reunión, Milvana agradeció el trabajo policial. En tanto, integrantes del equipo investigador señalaron que el secuestro de Milvana fue fortuito y que los delincuentes tenían a otra persona como objetivo.

Los policías también señalaron a Milvana que la banda pensaba utilizar el sótano de la calle Watt (barrio Peñarol) en una especie de "industria del secuestro".

El lunes 15, después que se constató que Milvana había sido liberada, la Policía apretó el cerco que había armado alrededor de la banda por lo menos 15 días antes gracias a informaciones proporcionadas por un recluso.

Fuentes del caso señalaron a El País que Leone Echart se tiroteó con la Policía cuando trataba de escapar en un Chevrolet Corsa Classic, gris, alquilado. En el auto también iba el otro cabecilla de la banda, Gustavo Lepere Mederos y un tercer sujeto sin antecedentes penales. Los delincuentes lograron burlar el cerco policial. Luego fueron atrapados Lepere Mederos, un peón de 23 años y un hombre que hacía changas en la construcción.

Los investigadores lograron monitorear a Leone Echart mientras estuvo prófugo mediante seguimientos electrónicos e intervenciones telefónicas. De esa forma, la Policía logró detectar los contactos que mantuvo el individuo cuando estuvo prófugo.

A las 14 horas del miércoles 24, el entonces prófugo considerado en ese momento uno de los cabecillas de la banda, tomó un café en un bar de Carrasco. Luego hizo varias llamadas telefónicas, entre ellas a...

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