Defendé tu libertad

Durante aproximadamente la primera década de nuestras clases (desde el año 2000 al 2010), la política --tanto a nivel nacional, como internacional- seguía casi con certeza el derrotero clásico. > > Esto es, el objeto de la misma era el poder, es decir mantenerlo u obtenerlo. Los actores principales de la política eran los electores, la dirigencia política, los partidos políticos, y los grupos de presión. Las reglas de juego las marcaba el sistema electoral. Y los medios de comunicación y la propaganda (acepción quizá un poco vintage en estos tiempos) jugaban un papel preponderante, pero con una incidencia muy distinta por parte de los actores sobre algunos de ellos. El mensaje político se movía de manera diferente. Los distintos conglomerados y fuerzas políticas hacían su juego -al igual que hoy- en torno a la dicotomía libertad-igualdad material, y la diferencia preponderante entre quienes pugnaban por una y otra, era al igual que en el presente el valor que los defensores de cada sistema le otorgaban al derecho natural y a la razón. > > La ley antes que la legislación para algunos, y la razón como mecanismo de comprensión, de descubrimiento, y no de construcción artificial profundamente contraria a la naturaleza humana. A estos mecanismos, dinámicos, y generadores de naturales tensiones, se los concibió como parte fundamental y complementaria de un entramado institucional -muy firme en el caso de nuestro país- ligado a un maduro sistema democrático. Sistema democrático, siempre conviene recordarlo, honrado en Uruguay por todo el sistema político. > > En ese marco, a nivel internacional comenzaron a gestarse determinados fenómenos que tendrían incidencia sobre la forma de ejercer la política en todo el planeta, y que se volverían objeto de ineludible análisis durante esta última década. La implosión y caída del socialismo real hizo que sus adeptos globales -foros de San Pablo y Puebla mediante- tuvieran que recalcular y buscar nuevas estrategias de venta para su devaluada utopía. Así surgieron todos los ismos que nos podamos imaginar y que pululan en cuanta agenda progre anda en la vuelta. Su exteriorización más preocupante la encontramos sin lugar a dudas en los populismos de cualquier signo, ya que este mal aqueja tanto por acción como por reacción. > > Los atentados a las torres gemelas, cambiaron no solo la fisonomía de Nueva York, sino también la forma en que durante estos veinte años se entendieron los riesgos geopolíticos en un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR