Esa democracia tan esquiva

Estamos ante un nuevo aniversario de la designación del Dr. Eduardo Rodríguez Larreta como Ministro de Relaciones Exteriores. Es oportuno recordar el momento, ya que entonces Larreta se propuso como objetivo el encaminar a América hacia la democracia plena. Esa democracia tan deseada pero que aun hoy, a casi 70 años de aquella gestión ministerial, luce amenazada desde varios flancos.El presidente Dr. Juan José Amézaga hizo efectiva la designación del co-director y fundador de El País, el día 4 de octubre de 1945. Casi inmediatamente, el nuevo Canciller dijo que se debía “constituir en lo sucesivo una norma indeclinable de acción, en la política interamericana, la del paralelismo entre la democracia y la paz”. Para lograr esto dijo que debían “volcarse los esfuerzos, siempre y a medida que las circunstancias lo aconsejen, con prudencia, pero también con firmeza”.En la tarde del 23 de noviembre del mismo año el doctor Rodríguez Larreta hizo pública una nota dirigida a los Ministros de Relaciones Exteriores de América. Reiteraba los conceptos ya citados y agregaba que “el más acendrado respeto al principio de no intervención de un Estado en los asuntos de otro, conquista alcanzada durante la última década, no ampara ilimitadamente la notoria y reiterada violación por alguna república de los derechos elementales del hombre y del ciudadano y el incumplimiento de los compromisos libremente contraídos acerca de los deberes externos e internos de un Estado que lo acreditan para actuar en la convivencia internacional”.Ya quedaba así planteado en todos sus términos lo que luego se daría en llamar laDoctrina Larreta. Voces a favor y en contra se escucharon de inmediato ya que por ejemplo el gobierno argentino del Gral. Farrell sintió que la posición uruguaya...