El diablo cada vez duerme menos

Los jóvenes siguen eligiendo Punta del Diablo como el lugar para sus grandes fiestas en verano. Aunque ahora lo hacen por menos días, las noches duran cada vez más. La previa a las 2, el boliche a las 6 y al final la playa, ya sobre las 9 AM.Punta del Diablo fue este verano el dueño de las mejores fiestas en la costa de Rocha, tal como pasó en las últimas temporadas. Tiene los boliches más grandes y la llegada masiva de jóvenes desborda el lugar.Quienes eligen el balneario durante los primeros días de enero tienen entre 17 y 25 años, aproximadamente. Se instalan en los campings, en hostels y muchos alquilan casas en grupo; llegan a dormir más de 12 en un lugar pensado para 4 ó 5.Con ese público, la vida nocturna es la gran protagonista durante los primeros días del año: es lo que más le importa a los jóvenes y lo que más le preocupa a los vecinos y a las familias que están ahí de vacaciones o residen todo el año. Es que el ritmo de vida de los que van persiguiendo esas fiestas choca, a su paso, con la tranquilidad que otros buscan allí.Este verano los jóvenes llegaron por menos días, y muchos ya partían ayer, según coincidieron distintos operadores. Igual, quienes trabajan con los turistas no dudaron en decir que "la energía y la locura" con la que desembarcan los muchachos, genera en el balneario un temblor difícil de asimilar.Los jóvenes tienen trazado todo un camino para las noches en Punta del Diablo, en las que recorren varios kilómetros a pie y donde el alcohol parece nunca acabarse.La "movida" empieza sobre las dos de la mañana en la calle paralela a la Avenida de los Pescadores. Ahí se toman los primeros tragos; cerveza y caipiriña son los más comunes. Algunos ya empiezan a bailar y sobre las cinco, la mayoría parte hacia la zona de los boliches, según presenció El País en la madrugada de este domingo.Son al menos cinco kilómetros desde el centro del balneario hasta esos sitios: El Club y Bitácora son las dos grandes discotecas. La mayoría llega a los boliches entre las cinco y las seis de la mañana. Las entradas cuestan $ 300 en uno y $ 200 en otro, generalmente.Lo llamativo es que los boliches sobre las siete de la mañana apagan la música, porque así lo determina la Intendencia. A las ocho todos están afuera del lugar, luego de haber permanecido, en muchos casos, menos de dos horas adentro.Al salir, ya con el sol en la cara y no conformes con lo que fue la noche, muchos jóvenes emprenden viaje hacia la playa, para seguir de fiesta. Los vecinos...