Diferencias que enseñan

El tratado del Mercosur se firmó durante la presidencia de Lacalle. Era una buena idea: un instrumento de integración económica regional, una unión aduanera que nos abría a un mercado diez veces más grande. La cosa no caminó bien hasta que llegaron los gobiernos del Frente Amplio; a partir de ese momento todo fue mucho peor. El tratado fue encaminado hacia el vacío de la retórica barata y su lógica comercial originaria dio paso a un libreto onda Galeano con acompañamiento de Mercedes Sosa.El gobierno de Mujica dejó de lado la diplomacia institucional creyendo encontrar un mejor sustituto en la camaradería personal con los Presidentes que suponía ideológicamente cercanos y zambulló al país de cabeza en el pantano de muchas reuniones cumbres y pocas decisiones concretas. El colmo fue la agresión burda a la integración cuando nuestro gobierno acompañó la expulsión de Paraguay y la incorporación express de Venezuela.El desastre al que nos ha conducido la diplomacia “compañera” llevada adelante por el Frente Amplio y los presuntos compañeros del Mercosur se muestra en su pavorosa perversidad si se lo compara con los resultados de otro emprendimiento de integración que acaba de formarse en la región. Me refiero a la Alianza del Pacífico. Todos los datos que incluyo a continuación son de origen brasilero.La Alianza del Pacífico es un tratado de integración comercial entre Colombia, Chile, Perú y Méjico. Se firmó recién el año pasado, representa el 35% del PBI latinoamericano y ya ha crecido (mientras el Mercosur sólo retrocede). En el año 2011 los cuatro países de la Alianza del Pacífico exportaban 10% más en bienes y servicios que los cinco miembros del Mercosur (aún incluyendo los datos de Venezuela, que para ese tiempo todavía no lo integraba). El crecimiento promedio en los...