El discurso de Tabaré

Hace diez años ganó las elecciones prometiendo "hacer temblar las raíces de los árboles". Esta vez, Tabaré Vázquez arrancó su campaña haciendo temblar la estrategia política de sus rivales. Su discurso, confrontativo y defendiendo los aspectos menos populares de los gobiernos frentistas, sorprende a propios y extraños. Y despierta dudas sobre lo que parece una apuesta riesgosa para quien es el favorito unánime a ganar las próximas elecciones.

"¿Quieren hablar de seguridad? Vamos a hablar de seguridad", así arrancó su acto en Barros Blancos el ex presidente Vázquez días atrás. Mostró cifras, mordacidad, dijo que la sociedad uruguaya es segura, e incluso reivindicó uno de los conceptos más discutidos de los últimos años, al insistir en que lo que existe en el país es una "sensación subjetiva de inseguridad".

Como si fuera poco, semanas antes había afirmado que en caso de volver al gobierno, mantendría a Eduardo Bonomi como Ministro del Interior, porque "está cumpliendo una muy buena función". De más está decir que se trata de afirmaciones tremendamente polémicas, ya que la inseguridad y el aumento del delito es uno de los temas que, según todos los sondeos, está a la cabeza de la preocupación ciudadana, y en los que toda la oposición viene centrando sus críticas.

Pero cuando todavía el ambiente político no había reaccionado ante las implicancias de este sorpresivo arranque vazquista, el ex presidente lanzó otro misil; se puso a hablar de impuestos. "El futuro del país lo tenemos que hacer entre todos con distribución justa de la riqueza y con imposición adecuada", reclamó Vázquez esta vez desde Playa Pascual.

Y fue más allá incluso al decir que "el impuesto para las escuelas públicas lo paguen todos los uruguayos y también los poderosos estancieros que hoy no lo pagan". En una sola frase logró enemistarse con todo el sector agropecuario, a la vez que se metió en un tema que, según muchos analistas, fue el que le costó la elección de 1999, o sea el alza de los tributos.

Y para rematar un inicio de campaña sin concesiones, Vázquez metió otro dedo en el ojo de lo políticamente correcto en campaña, al salir a defender sin titubeos la política educativa del Frente Amplio. Dijo que se ha construido un "mito" de que la enseñanza pública es un desastre, dobló la apuesta al prometer un 6% del PBI para la educación, y afirmó que "las pruebas PISA no son del todo acertadas y cuentan con varias falencias". Un discurso como para dejar en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR