'Disfrutamos como nunca'

El cuarteto liderado por Damon Albarn disfrutó de fama mundial, de una evolución musical más allá del pop y luego se separó.Tras su regreso, el próximo 4 de noviembre llegan a Montevideo. Sobre todo eso habla aquí el bajista Alex James."El amor en los 90/ Es paranoico", cantaba Damon Albarn, bailando junto a su banda frente a videos de fondo de jóvenes bañándose, tomando alcohol, riéndose, siendo inmortales. El video y la canción Girls and boys,single del tercer álbum de Blur, Parklifeynbsp;(1994), fue lo que comenzó a darles fama en el mundo hasta ese año dominado por Seattle, el grunge, Kurt Cobain y su oscuridad. La banda, que había nacido a finales de los 80, mutaba hacia un pop orgullosamente británico.Blur era la banda de los bonitos y de clase media (Oasis, los héroes de la clase trabajadora): Albarn y Graham Coxon se conocieron en el colegio en Essex; luego Coxon conoció al bajista Alex James en Goldsmith College, la mejor universidad artística de Londres, y entre grupos que se armaban y se desarmaban, apareció el baterista Dave Rowntree. En 1989 nació la banda Seymur, que pronto pasó a llamarse Blur.Lo que vino después ha sido ampliamente documentado: el primer disco y el single She`s so high, el trío de discos brit pop-Modern life is rubbish (1993), Parklife, The Great Escape (1995)-, la batalla con Oasis, el comienzo de la reinvención hacia sonidos influenciados por el indie estadounidense con Blur (1997), la continuación de la experimentación con 13 (1999), el álbum que vino con Graham ya distanciado y sumido en el alcoholismo, Think Tank (2003), y el fin de la banda. Luego, la resurrección: 2009, un concierto en Hyde Park. El festival de Glastonbury. 2012 y un concierto por las Olimpiadas. Nuevos singles, la impensada amistad con Oasis y la gira mundial que los traerá a Montevideo para presentarse en el festival Primavera 0 resucitados, cuarentones y padres que siguen teniendo estilo, que ya vienen de vuelta. "Fuimos capaces de evolucionar como personas. Eso evitó que nos volviéramos locos", dice James. "Probablemente nos habríamos vuelto locos si seguíamos con Blur".Es curioso que justamente el integrante de Blur que más disfrutó de la fama, las luces y los excesos -documentados en extenso en su autobiografía Bit of a Blur- fuera justamente el que se dedicara, una vez que la banda se separó, a una vida "casi de monje", como dice él: hacer quesos artesanales, con nombres como "Blue Monday", en honor a la canción de New Order. Casado, cinco...