Las dos caras de la moneda

Como en una tragedia griega, el deporte, muchas veces, presenta escenas con más acción, angustia, incertidumbre, alegrías y tristezas que una buena ficción escrita por lo mejores guionistas del momento. Y como dice la frase, "la realidad supera la ficción". Algo de eso sucedió en el juego definitivo entre Bohemios y Nacional del pasado lunes, buscando la permanencia en la Liga Uruguaya para tratar de zafar del descenso. El partido tuvo de todo y desde el momento en que la pelota fue al aire, uno de los dos sabía que no había posibilidad de revancha, que era el "cielo" o el "infierno", la Liga o el Metro. Federico Camiña de Bohemios y Gonzalo Caneiro de Nacional son las dos caras de una historia que centró la atención del básquetbol en una final que fue de película.juan da costaCuando Federico Camiña asumió en Bohemios, la situación del equipo era crítica. Habían ganado un solo partido en la etapa Clasificatoria y se les venían durísimos partidos contra los primeros equipos de la tabla. El panorama era desolador y el descenso era un fantasma cada vez más real.Sin embargo hubo un quiebre que se hizo evidente en el Reclasificatorio, donde el albimarrón logró algo que parecía casi imposible: ganó ocho partidos y logró llegar a lo único que los números le podían permitir: un desempate con Nacional para zafar."Fue un partido típico de una final. Nosotros abrimos una buena diferencia temprana que después ellos pudieron absorber, con jugadores que están acostumbrados a grandes cosas", analizó Camiña para Ovación.En partidos donde hay tanto en juego, la cabeza puede ser enemiga y no responder, provocando que los nervios jueguen una mala pasada. "En un momento cometimos muchos errores, nos...