Dos mujeres del tango en un concierto de clásicos

Por primera vez la cantante Francis Andreu compartirá escenario en Montevideo con su mentora, la reconocida Adriana Varela. Será hoy a las 21:30 horas en La Trastienda Club con un repertorio nutrido de tangos clásicos.

Francis Andreu se cataloga a sí misma como una pebeta rockera del tango, sobregirada, amante de la equitación, que quiere darle a la música el lugar de un hobby para no perder la frescura. Su trabajo formal es en la empresa familiar dedicada a la importación de sistemas de cortinas.

La uruguaya no pudo escapar a su destino. Dotada como pocas para la interpretación del tango fue descubierta por el mánager de Adriana Varela en el extinto boliche El Ciudadano (que funcionó sobre la calle Yi) cuando en un arrebato de inspiración se puso a corear los clásicos de la argentina. "¡Nena, vos tenés que cantar!", le dijo esa voz masculina que la llevó al camarín.

La anécdota es conocida: "Yo empecé a cantar por Adriana, la conocí esa noche, tenía 16 años. En mi cabeza me quedó como una noche aventurera y nada más, pero después los personajes que me fui cruzando en la vida me llevaron a esto. Con Adriana siempre tuve desde entonces la puerta abierta de la amistad y el consejo. La quiero. Es una amiga muy linda, muy solidaria, que no se guarda nada, es una mujer especial y una megaestrella".

Varias veces compartieron escenario en festivales. La última vez fue en la provincia de San Luis, sin ensayo previo, motivadas por "la energía del momento".

El concierto de esta noche será compartido y habrá segmentos destinados a la interacción. De paso, Andreu, estrenará en vivo parte del repertorio que conformará su segundo disco solista que está a punto de salir. "Tengo ganas de cantar todo eso que ensayé tanto en el estudio, porque en vivo se ve la posta. Me servirá para foguear esos temas", comenta.

Su próxima placa se titulará Otra vuelta, fue grabada bajo la producción artística del guitarrista Guzmán Mendaro, con quien la cantante dice haber crecido en el tango durante los últimos ocho años.

"El tango es como un jean, no te puede quedar ni muy fajado ni muy holgado, te tiene que quedar bien", reflexiona. Y en ese sentido, Mendaro le tiene mucha paciencia: "grabamos veinte canciones y saco diez, pero él siempre trabaja para que todo quede excelente. Él también creció mucho en cuanto a la realización de los arreglos musicales, las delicadezas y la elección del repertorio".

Esta vez apostaron a un formato de guitarra, guitarrón y bandoneón.

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