Una dura venganza tulipán

El fútbol es un juego de instantes. De pequeños detalles en momentos concretos que deciden el juego. Nadie sabe lo que hubiera ocurrido si Robben llega a anotar esos dos mano a mano que tuvo con Casillas en la final de Sudáfrica en 2010, como tampoco sabremos nunca lo que hubiera ocurrido si David Silva hubiese anotado el que tuvo ante Cillesen a los 42` de juego, apenas unos segundos antes de que Van Persie igualara el tanto de Alonso de penal con un impecable cabezazo antes del descanso.Holanda entró al segundo tiempo dispuesta a arrebatarle a España el control del partido y lo consiguió. Le hizo perder los nervios en el mediocampo y aprovechó los errores para arrasar a España con el plan que Van Gaal había ideado: con velocidad al contraataque.Robben fue el artífice, liderando a su equipo y haciendo alarde de una velocidad explosiva con la que atravesó las líneas defensivas de los españoles como el cuchillo en la manteca. Él mismo se ocupó de anotar el 2-1 en una fenomenal jugada individual: recibió una gran asistencia de Blind entre Piqué y Ramos, controló con calidad, dribló al barcelonista y superó a Casillas.Un Casillas que fue el reflejo del derrumbe español...