Educación, cuña y palo

MARTÍN AGUIRRESi no fuera un tema tan trascendente, el interminable debate en torno a la educación pública en Uruguay ya resultaría insufrible. No hay día que no salga una noticia, un comentario, o una declaración destemplada sobre este tema. Y el candente inicio de cursos, con paros de 72 horas, ocupaciones, choques con la Policía, y denuncias de situaciones edilicias deplorables, han calentado el ambiente al punto de ebullición. Para completar el plato, el presidente José Mujica (como es su costumbre) ha puesto el dedo en la llaga, al denunciar que detrás de buena parte de las movilizaciones hay grupos políticos que responden a una "izquierda infantil". Y hay hechos que parecen darle la razón.Se dice que una imagen vale más que mil palabras. Y las tomas, emitidas en horario central por casi todos los noticieros de TV, en las que fornidos policías cargan contra un grupo de padres y profesores en un liceo del Cerro, resultaron trascendentes para agitar aún más las embravecidas aguas del conflicto en la educación. Más allá de si la acción policial fue apropiada o excesiva, hay datos sobre las condiciones objetivas en ese liceo en particular que, si bien no dan la razón a los manifestantes, aportan una idea de lo que está generando las condiciones para el conflicto. Se trata de un centro que recibe a más de 200 alumnos entre 12 y 15 años, y su principal problema es la falta de baños. Por ejemplo los alumnos varones deben compartir los escasos gabinetes higiénicos con los guardas y choferes de una empresa de ómnibus que tiene su parada frente al centro educativo. Y las mujeres deben cruzar todo el liceo para ir a un baño que solo tiene un water que deben compartir entre todas las alumnas en los 5 minutos que dura el recreo. Todo en una convivencia poco saludable con grupos de pescadores que realizan cursos en la UTU que comparte edificio con el liceo. ¿Cómo puede pasar esto en un país que viene de siete años de florecimiento económico, y donde el gobierno ha dicho que su prioridad es la educación pública?El presidente Mujica y las autoridades educativas han reconocido estas carencias y han acusado por las mismas a la burocracia estatal que impide desarrollar obras con la celeridad que la situación exige. Algo que puede ser razonable, pero que agita la pregunta de porqué tras dos gobiernos que han gozado de mayoría absoluta, esos mecanismos no han sido modificados. Por otra parte da la sensación de que ya va siendo hora que las autoridades de este país en...

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