EE.UU. y Cuba comienzan a escribir la nueva historia

Barack Obama nació en agosto de 1961, siete meses después de que Estados Unidos y Cuba rompieran relaciones diplomáticas, y a cuatro de la invasión a Bahía de Cochinos, el intento fallido de derrocar a Fidel Castro con apoyo de la CIA.

A ese niño, que entonces daba sus primeros pasos en la isla de Honolulu, Hawai, le toca ahora ponerle fin a 53 años de crisis que marcaron a fuego las relaciones de Estados Unidos con el resto de los países americanos.

La foto del apretón de manos de Obama con Raúl Castro, el hermano menor de Fidel que le sucedió al frente del régimen comunista cubano en 2008 cuando el viejo líder pasó a retiro, quedó como registro del histórico paso.

"Ahora estamos en condiciones de avanzar en el camino hacia el futuro", dijo Obama en el encuentro con Castro, celebrado en un salón de convenciones al margen de la VII Cumbre de las Américas en Panamá.

El jefe de la Casa Blanca reiteró su deseo de restablecer relaciones diplomáticas con La Habana, y que para eso está dispuesto a "pasar la página" con Cuba.

"Estamos dispuestos a hablar de todo, pero necesitamos ser pacientes, muy pacientes", señaló por su lado Castro. "Es posible que hoy discrepemos en algo en lo que mañana podamos estar de acuerdo".

La reunión comenzó poco después de la foto entre los presidentes que asistieron a la VII Cumbre de las Américas, de la que Cuba participa por primera vez desde que fue establecida en 1994.

Pasaron cuatro meses desde el 17 de diciembre cuando Obama y Castro, cada uno por su lado, anunciaran el camino en el proceso de reconciliación de ambos países. "La Guerra Fría terminó hace tiempo", dijo ayer Obama.

En las últimas semanas, el gobierno de Obama comenzó a ejercer presión sobre el Congreso de Estados Unidos para levantar el embargo comercial a Cuba, vigente desde 1962, bajo la presidencia de John F. Kennedy.

"La historia entre los Estados Unidos y Cuba es complicada (...). Después de 50 años de políticas que fracasaron era hora de intentar algo nuevo", añadió Obama, quien agradeció a Raúl Castro por su "espíritu abierto".

Más temprano, sentado con Castro en el plenario de la Cumbre de las Américas, Obama aseguró que los "cambios de política hacia Cuba" marcan un antes y un después en las relaciones del hemisferio.

"Nunca antes las relaciones con América Latina" fueron tan buenas, dijo el presidente estadounidense, quien calificó como un "hecho histórico" la presencia de ambos en la misma sala.

En un tono marcadamente conciliador y...

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