¿Es más fácil que en 2005?

En medio de la algarabía frenteamplista porque Vázquez aceptó la candidatura presidencial, alguien sugirió que el horizonte para el nuevo presidente no se presenta venturoso. Vázquez respondió que en 2015 el país no estará en una situación más difícil que la de 2005, cuando él asumió la presidencia.La comparación es pertinente. Efectivamente, hay claros índices que señalan que el contexto es muy distinto, como por ejemplo: la población por debajo de la línea de pobreza en 2004 era de más de 32% y hoy es cercana al 12%; el país iniciaba un ciclo de crecimiento en 2003, y hoy lleva una década de expansión económica ininterrumpida; el PBI per cápita que si apenas superaba los 5.000 dólares en 2004, hoy ya llega a los 15.000; las altas tasas de desocupación superiores a dos dígitos, hoy están en el eje del 6%, históricamente bajas; nunca hubo tanta gente trabajando en la construcción; nunca tanta cotizando al BPS; nunca se vendieron tantos automóviles 0 km como en estos dos últimos años; el poder de compra de los salarios no estaban tan bien desde 1977.Lo que dice Vázquez suena entonces razonable: por mucho que se complique la cosa, no va a estar tan complicada como hace diez años. Sin embargo, lo que no ve y su fuerza política no quiere ver, es que resolver los problemas que tenemos precisa de cambios en las políticas implementadas hasta ahora. En vez de plantearlos, la izquierda propone ir más lejos por el mismo camino de hoy.El Frente Amplio aplicó ciertas recetas conocidas que dieron resultados previsibles y que no chocaron demasiado contra la opinión de sus bases electorales. Con margen por el crecimiento económico, aumentó el gasto público para llevarlo a niveles como nunca antes; abrió la puerta a contratos en el Estado y a mayores y extendidas coberturas de previsión social; se aseguró que se repartiera el crecimiento entre los asalariados sin preocuparse de la evolución de la productividad de la mano de obra; y apeló a las dádivas clientelistas para paliar la situación de pobreza extrema.Hoy, estamos con los problemas propios de un país que creció pero no se desarrolló. Para desarrollarse, precisa enfrentar con urgencia y a fondo sus limitantes de infraestructura. Y sobre todo, tiene que reformar la...

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