El factor Mandela

Pablo Silva OlazábalJOHN CARLIN ES un periodista inglés autor de El Factor Humano, libro en el que se basa la película Invictus, dirigida por Clint Eastwood e interpretada por Morgan Freeman, que narra la gesta política de Nelson Mandela en la final del Campeonato Mundial de Rugby de 1995.UN CUENTO DE HADAS.-¿Viviste en Buenos Aires desde muy chico, no?-Sí, viví en Buenos Aires entre los 3 y los 10 años, e íbamos de vacaciones siempre a Uruguay. Tengo recuerdos muy gratos de Montevideo, Punta del Este y Punta Ballena, todavía recuerdo nombres de amiguitos de esas fechas.-Imagino que el mayor desafío fue hacer verosímil una historia que, como afirmas en el prólogo, parece un cuento de hadas.-Es verdad, parece un cuento de hadas con un príncipe azul que es Nelson Mandela. Lo que hice es un trabajo periodístico muy, muy largo. Entrevisté a muchísimas personas y esa experiencia fue en sí misma algo mágico, a tal punto que si no hubiera escrito el libro igual hubiera valido la pena a nivel personal, porque en todos los casos la experiencia fue muy emocionante: algunos de los entrevistados, hombres hechos y derechos, blancos sudafricanos, lloraron recordando las hazañas de Mandela.-Allí sostienes que "el relato cumple las dos condiciones esenciales de un buen cuento de hadas: es una gran historia y contiene una lección eterna". Luego defines a Mandela como un gran seductor que, como todo gran político, intenta ganarse el corazón de su gente, pero con una ambición mayor: es el único que se ha propuesto ganarse además al enemigo.-Todos los políticos tienen algo en común: quieren conquistar el corazón y la mente de las personas. Efectivamente, Mandela tuvo una ambición mayor, pero no fue una ambición personal. Sacrificó su vida para lograr la liberación de su pueblo e instalar una democracia estable en su país. En lo personal sufrió mucho, y hasta el día de hoy se arrepiente de no haber logrado una mayor intimidad con su familia. Pienso que es el gran líder político de nuestros tiempos, entre otras cosas porque logró dos hazañas improbables, por no decir imposibles. Una fue conquistar al enemigo blanco, pero a través del corazón, no de las armas, persuadiendo a la mayoría de la población blanca para que lo quisieran, lo respetaran y lo admitieran como el líder legítimo del país. Una hazaña extraordinaria si se tiene en cuenta que a su salida de la cárcel en 1990 la gran mayoría lo veía como el jefe de los terroristas, el Osama Bin Laden sudafricano.La otra hazaña...

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