Fallo judicial en tragedia de Villa del Carmen

El fallo judicial en torno a la madre que fue indagada por la muerte de sus dos pequeñas hijas, asfixiadas con bolsas de nylon, dejó perpleja a la mayoría de los habitantes de Villa del Carmen. La madre fue procesada sin prisión y con sustitutiva.R. Rosello Y V. D. Rodríguez"Nos sentimos impotentes, la verdad, y me sorprende que no se haya mandado a la cárcel a esta mujer", comentó a El País Pilar Díaz, la hija mayor de Toribio Díaz, el padre de Nara (5) y Agustina (2), las pequeñas que murieron en una modesta vivienda de Villa del Carmen el 13 de julio de 2011.Don Toribio continúa viviendo en el pueblo ubicado a 50 kilómetros de la ciudad de Durazno, donde vive su hija mayor. Ambos hablaron por teléfono ayer por la mañana cuando la decisión de la jueza letrada Mirtha Bobadilla se difundió a través de la radio local. "Fue un impacto muy grande cuando nos enteramos esta mañana. Vamos a apelar ese fallo, no vamos a quedarnos así", comentó Pilar.De hecho, fuentes judiciales consultadas por El País señalaron que la apelación sería presentada por la fiscal Brenda Puppo, que no había compartido el criterio de procesar sin prisión a N.G. (29) por un delito complejo de homicidio culposo. Sin embargo, no fue posible confirmar con la propia fiscal si efectivamente apelaría.El abogado que representa al padre de las niñas fallecidas, en cambio, se mostró dispuesto a ir hasta el final. "Estoy sorprendido e indignado, solo me he enterado del fallo por los medios, pero al conocerlo no pude menos que quedarme perplejo. Espero tomar contacto con el auto de procesamiento y estudiarlo, obviamente voy a analizar todas las alternativas e incluso si tengo que recurrir a leyes internacionales lo haré", dijo a El País Julio Castro.Las dos visiones continúan contrapuestas, como evidencia el propio fallo y sus repercusiones.Los hechos ocurridos hace casi dos años sacudieron la apacible siesta de Villa del Carmen. N.G. declararía luego que estaba tomando mate en el frente de la casa con una amiga. Adentro estaban sus cuatro hijos, las dos pequeñas Nara y Agustina, y las mayores que había tenido con su anterior pareja, el comerciante Gustavo Gómez. N.G. las envió, precisamente, al almacén de su padre ubicado a unas pocas cuadras en busca de víveres, mientras las pequeñas permanecieron jugando en el cuarto."Quedaron jugando con el monopatín, estarían jugando en el pasillo porque yo no las veía", declararía después ante la jueza. Sin embargo, poco después agregó (ante una pregunta de...

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