Familia uruguaya enfrenta perpetua

BUENOS AIRES | VICTORIA MOLNARUna familia entera de uruguayos cumple condena a perpetua por el secuestro y homicidio de un niño de 6 años en Argentina. Aseguran ser inocentes y haber sido usados como chivos expiatorios en un caso que guarda innumerables incógnitas.Padre, madre, hijo y un tío están presos por el homicidio de un niño de 6 años en la provincia de Buenos Aires ocurrido en 2005. Aunque la familia de la víctima asegura que "se hizo justicia", ellos consideran que fueron los "perejiles" de la causa por "ser pobres y extranjeros". Seis años después del crimen la condena no está firme y espera por una fecha de audiencia en Casación.En diciembre de 2008 el matrimonio conformado por Enrique Eloy Coito Píriz y Ana Isabel Machado Vargas; su hijo mayor, Henry Alexander Coito Machado, y el padrino del hijo menor de la pareja -Nicolás, de 13 años-, Abel Domínguez Farías; todos ellos ciudadanos uruguayos radicados en la Argentina fueron condenados a prisión perpetua por la Justicia del vecino país.La pena la impuso el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata por considerarlos "coautores" del secuestro extorsivo y posterior asesinato de Santiago Miralles, un niño vecino de la familia de tan sólo 6 años de edad, que a veces compartía horas de juego con Nicolás, hijo menor de los Coito Machado.El asesinato ocurrió en julio de 2005 en la localidad bonaerense de Canning y se convirtió en un caso resonante que fue seguido de cerca por la prensa argentina. Si bien en un primer momento, los Coito Machado hasta acompañaron a la familia Miralles en la búsqueda de su hijo, una vez que se halló el cuerpo quedaron imputados.El fallo de los jueces argentinos Carlos Rozaski, Norberto Lorenzo y Horacio Insaurralde les impuso la severa condena a prisión perpetua ya que consideraron se trató de un secuestro extorsivo "triplemente agravado por tratarse la víctima de un menor de 18 años, haber participado de hecho tres o más personas y haberse ocasionado intencionalmente la muerte de la persona ofendida".SÓRDIDO. Durante el juicio tanto la querella como el fiscal de la causa solicitaron la máxima pena para los cuatro imputados y miembros de esa familia uruguaya. La investigación expuso que Santiago fue visto por última vez en la tarde del 13 de julio de ese año cuando jugaba en la vereda de su casa. Un día después la abuela del niño recibió una llamada en la que un hombre les exigía $ 20.000 (argentinos) para liberarlo sano y salvo y le solicitaban que se "sacaran de encima a la Policía y a la prensa".Aunque lograron reunir una cuarta parte de ese dinero, los supuestos secuestradores jamás volvieron a comunicarse y, tres días después de su desaparición, el cuerpo del pequeño fue hallado en un pozo séptico ubicado en el predio de la quinta lindera a la casa de la...

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