Una fiesta en la que es difícil ver a los favoritos

Esta noche es la noche. Hollywood se autocelebra concediéndose el más famoso de los premios cinematográficos, y la costumbre obliga a intentar predecir los resultados. Una parte de esta nota, por lo menos, debería autodestruirse en la madrugada.

Antes de asumir el papel de profetas, corresponde ir a lo práctico: la información de dónde y cómo se podrá ver la entrega de los Oscar. La ceremonia comienza a las 23:30, hora local, en el Dolby Theatre de Los Angeles. Una hora antes, ese canal para abonados habrá comenzado la transmisión desde la alfombra roja. En la televisión aire, Teledoce anuncia el comienzo de su transmisión para las 23.

En la siguiente página están las apuestas de este diario acerca de los posibles ganadores de la 86ª entrega de los Oscar (ya se han hecho algunas predicciones en notas anteriores), pero conviene adelantar que hay que tener al respecto alguna cautela. Ha habido años en los que los ganadores eran absolutamente obvios, y ha habido películas que arrasaron con numerosas estatuillas. Otras veces, en cambio, los favoritismos no resultan tan nítidos. Esta temporada parece constituir uno de esos casos.

Hay por cierto un nivel de considerable calidad, y bastante parejo, en las principales candidaturas. Cada aficionado al cine puede tener, legítimamente, sus preferencias, pero no va a ser fácil desechar la elección de la Academia si difiere de la de uno. Hay un puñado de talentos verdaderamente estimable entre lo que ha postulado la Academia (título más, nombre menos, es una selección de lo mejor que ha hecho Hollywood en 2013, aunque inevitablemente, y por meras razones numéricas, haya cosas que debieron quedar afuera) y si a la larga se premia esto o aquello otro no debería ser motivo de escándalo.

Esa ausencia de favoritismo ya se advirtió en los Globo de Oro y los Bafta, y en las entregas de premios de sindicatos y asociaciones de críticos norteamericanos. No hay nada que se haya llevado un montón de premios, y es casi seguro que lo mismo ocurra esta noche ante un panorama más bien parejo, es muy probable que los votantes tiendan a repartir sus estatuillas entre varias películas en lugar de concentrarlas en una sola.

De todos modos pueden esbozarse algo más que sospechas acerca de lo que puede ocurrir, y hasta darse razones de ello. 12 años de esclavitud viene de ganar el Globo de Oro y el Bafta, lo que sugiere un favoritismo difícil de superar. Es una buena y hasta muy buena película, no la mejor del lote, pero...

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