La fragilidad republicana

La inconstitucionalidad de los tres primeros artículos de la ley sobre liquidación de Pluna confirma un proceso grave y preocupante que vive el país, y cierra un año políticamente muy negativo.El proceso preocupante refiere al talante del gobierno frenteamplista. Cuando se estudiaron cada una de las leyes que este año fueron declaradas inconstitucionales -ICIR, anulación de la caducidad y Pluna-, importantes juristas y distintos especialistas señalaron en el Parlamento que ellas presentaban serios problemas. Lejos de atender estas opiniones, la mayoría frenteamplista y el gobierno todo prefirió, siempre, echar por delante el criterio presidencial de que "lo político está por encima de lo jurídico" y promulgarlas.En vez de cuidar la técnica legislativa en el proceso parlamentario y en vez de someterse a la lógica liberal que impone el respeto a la Constitución en los actos de gobierno, el Frente Amplio embistió desde su soberbia mayoritaria. De esta forma forzó el siempre posible conflicto de poderes que es sustancial a la arquitectura institucional republicana. Con su manera de concebir el juego político, terminó dando un lugar protagónico a la Suprema Corte de Justicia en su papel de guardián de la Constitución. En definitiva, la Corte no hizo otra cosa, cada vez, que lo que, razonablemente, distintos especialistas previamente habían anunciado que podía llegar a pasar si se aprobaban las leyes en cuestión.El año, políticamente muy negativo que vivimos, pasa por la constatación de que se lleva el juego institucional a este desgaste de inevitable enfrentamiento entre poderes, porque el Judicial termina dictaminando en sentido distinto de lo que la mayoría exigua define en el Legislativo. Pero además, el problema es que una vez producida la desavenencia entre esos principales poderes del Estado, la mayoría frenteamplista persiste en contradecir la lógica misma del sistema liberal y republicano de gobierno.En efecto, diversos actores del Frente Amplio relativizan con convicción populista las decisiones del Poder Judicial con las que están en desacuerdo. La señora del presidente, por ejemplo, y principal senadora del Frente Amplio, así lo hizo cuando la inconstitucionalidad de la ley que pretendió anular la ley de caducidad. Y lo reiteró ahora con la ley de Pluna. A pesar de que el Frente Amplio diga que acepta lo que fije...

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