El frío, la burocracia y la muerte

Todos los pronósticos del clima, hasta los estatales uruguayos, anunciaban un temporal furibundo, con temperaturas tan, pero tan bajas, como para robar una sonrisa a Greta Thunberg. ¿Se acuerda de Greta Thunberg? Sin embargo, este periodista debió hacer una excursión arriesgada a un 24 horas tarde en la noche, y vio al menos a dos personas durmiendo en la calle. > > "¡Que locura!", pensó al caminar junto a dos siluetas acurrucadas bajo el pretil de un Abitab. No solo por el frío lacerante, sino porque el vendaval arrojaba ramas y basura contra todo lo que caminara. "¿Cómo puede ser que haya gente que prefiera dormir hoy en la calle, antes que ir a un refugio?", pensó.> > La noticia al otro día confirmó el calificativo. Un hombre de 31 años murió, al parecer de hipotermia, al dormir en la puerta de una panadería. Pero con un agravante terrible. El hombre quiso ingresar a un refugio, pero no fue aceptado por no quedar ya cupos. ¡El tipo fue expulsado de un refugio, y terminó muriendo en la calle!> > Debe haber pocos hechos más deprimentes, y reveladores de lo inhumano de la burocracia, que cerrarle la puerta de un refugio a una persona una noche como la del martes, condenándolo de hecho a la muerte. Y la reacción política posterior no fue tanto mejor.> > Las autoridades del Mides no hicieron conferencia de prensa, no explicaron bien lo sucedido. Apenas habló el subsecretario Castaingdebat a la salida de un evento, con palabras que eran más bien una pasada de culpas a la gestión anterior, que una autocrítica sentida. Por suerte, el propio presidente Lacalle Pou subsanó esa falla, asumiendo la responsabilidad, y prometiendo que no volverá a ocurrir. Vale señalar que es la segunda muerte de este tipo, desde que llegó el nuevo gobierno.> > A ver... es verdad que la nueva gestión del Mides tiene apenas cuatro meses. Que en ese plazo debió enfrentar un caos administrativo total, la irrupción del coronavirus, un personal muy alineado con la gestión anterior, y las pedradas sospechosas de la oposición y sus ONG afines. Pero que en una noche como la del martes, no se previeran más lugares para recibir gente, es cuestionable. Y que nadie haya pagado con su cargo, aunque sea quien tiró a ese uruguayo a morir a la calle, es indefendible.> > Casi tan indefendible como la reacción de algunos dirigentes de la oposición. Vamos a mencionar dos, no por su relevancia pública o conceptual, sino como ejemplo de todo lo malo que muestra el clima político en el...

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