Sin frutas ni verduras, el IPC sube 8,3%

Horacio Bafico Gustavo MichelinPor segundo mes consecutivo se desaceleró el ritmo al que aumenta el IPC, revirtiendo la tendencia al alza de los meses anteriores. La variación acumulada en los últimos doce meses a junio del presente año fue del 7,35%, lo que la acerca al rango meta de entre 3% y 7%.En una primera y rápida lectura se puede decir que se trata de una buena noticia. Pero un análisis más detenido nos da una lectura distinta, ya que más que desacelerarse la trayectoria del IPC, corregido por factores puntuales sigue fluctuando en torno al 8%, guarismo que desde hace varios años es, en los hechos, el nivel de confort en que se siente más a gusto la política monetaria.> > Hay que recordar que la inflación es ante todo un fenómeno monetario. Se acelera cuando la velocidad a la que aumenta la cantidad de dinero en circulación supera al aumento de la demanda y viceversa. A su vez, esta última depende de la marcha de la economía (a mayor actividad demandamos más dinero para transacciones) y de la composición del portafolio de inversiones. Ello lleva a que el BCU deba estar muy atento a esas variables, actuando en concordancia.> > Siendo el factor monetario el fundamental, su accionar es lento y cambios actuales en la política monetaria impactarán dentro de algunos meses. En el corto plazo inciden otras variables con impacto inmediato, en general factores de carácter puntual.> > Tal el caso por ejemplo del tipo de cambio. El IPC mide la variación de los precios de una canasta fija de bienes y servicios. Algunos de ellos que se venden en plaza en dólares pero que a los efectos de su medición se los convierte a pesos a la cotización del momento. Claramente, una suba del dólar hace que sus precios aumenten y viceversa. > > Por otro lado, la canasta también incluye algunos bienes o servicios cuyos precios son muy volátiles, caso las frutas y verduras frescas, precios que fluctúan según la oferta disponible, que se ve afectada por la estacionalidad y por factores climáticos. Sin olvidar a las tarifas públicas, cuya evolución muchas veces responde a decisiones de carácter político.> > Incorporando estos elementos al análisis, la lectura de la desaceleración del IPC es un poco distinta, tal cual se ilustra en el gráfico que aparece en la parte alta del cuadro. Se muestra allí la variación en los últimos doce meses del IPC observado y la de un índice de inflación subyacente, que excluye los componentes volátiles (frutas y verduras) y algunos...

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