Los furiosos años 80 en 1.600 metros cuadrados

Una oportunidad que los que gustan de las artes visuales no pueden dejar pasar. Esta semana, desde el lunes hasta el viernes 28 de octubre, estará abierta al público la Colección Engelman-Ost, en Av. Rondeau 1426. Allí, desde las 16.00 a las 19.00, con entrada libre, se puede realizar un asombroso recorrido por las últimas décadas de la pintura y las artes visuales locales. Un viaje a la memoria reciente, de la plástica uruguaya.> > El gran edificio puede pasar inadvertido si se va distraído, pese a su noble fachada. Desde afuera no parece un museo, y sin embargo, almacena una colección incomparable, única en la materia. Y en estos días está abierto, para recibir la exposición de fotos de Paula Espasandín, conocida gestora cultural que expone una serie de imágenes sobre temas variados, algunos de corte muy cotidiano. En la planta baja, un conjunto de fotos ofrecen una mirada fresca sobre la ciudad y la familia.> > Desde allí hacia arriba, se abre todo un mundo visual que tiene mucho de viaje al pasado. Lo primero que impresiona del enorme museo es el amplio espacio que reina por todas partes. Las obras están expuestas con un fuerte sentido de conjunto: de hecho, hay salas que son como grandes instalaciones, donde los cuadros dialogan con esculturas, creando ambientes muy sugestivos.> > Como la gran sala con obras de sensual estilo de Virginia Patrone. O el corredor con cuadros de estilo preciso de Álvaro Zinno.> > Si bien la colección tiene obras que se remontan a bastante tiempo atrás, como algunos cuadros (abstractos) de José Pedro Costigliolo, quizá lo que más impresiona es ver todo el arte uruguayo de la apertura política hacia adelante, recorrer la plástica de los años 90 y más.> > Por algo la obra de Hugo Longa tiene un lugar de privilegio, en cantidad, calidad y ubicación. Es que su intensidad y vigor anticipó de algún modo el trabajo de muchos artistas que se haría valer en los años 80 y 90. Ese estilo furioso, agresivo, parece contagiarse a los cuadros de numerosos artistas. Vale en ese sentido ver (o volver a ver) la obra temprana de Gustavo Tabares, o la de Fernando López Lage.> > En esa dirección, causa un efecto sorprendente ver desde el 2016 lo que fue aquella explosión de color y forma que siguió a los años de la apertura democrática. Con muchos guiños al mercado de consumo, algo de kitsch, y algo de simbología. La libertad conquistada luego de la dictadura, se respira a pleno en la Colección Engelman-Ost. Claro que la...

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