'Gente en obras': el teatro se ríe de sí mismo

Los jueves a las 21 horas en la sala más chica de El Galpón (18 de Julio 1618) se está representando "Gente en obras", un espectáculo escrito y dirigido por Enrique Vidal que busca realizar una parodia del propio mundillo teatral.En clave de sátira, la obra se propone, sin embargo, no ser un asunto nada más que para la gente de teatro, sino que quiere llegar a todos, partiendo de la idea que el público también forma parte sustancial del hecho teatral.Para eso, se echa mano a versiones de escenas de obras clásicas, pero también a las tradicionales ceremonias de entrega de premios, con todos los entretelones que suelen tener. También el teatro comercial, la crítica, el teatro callejero, las escuelas de formación de actores, los foros y las instituciones culturales, son algunos de los temas que van saliendo a escena.Todo, por supuesto, en clave de humor, aunque esa mirada humorística implica a la vez una instancia crítica y valorativa de la propia expresión artística. Para llevarlo a escena se cuenta con un elenco integrado por Charly Álvarez, Juan Gamero, Malu Contreras, Mariela Caserta y Carolina Cerruti, con vestuario y escenografía de Álvaro Domínguez, luces de Jorge Bazzano y ambientación musical de Carlos García.Según explica el propio autor (también actor, periodista y artista de Carnaval de larga trayectoria), este espectáculo viene a ser como la segunda parte de otro que tuvo lugar hacia 1990 en el Teatro Circular. Era Hacela clásica, donde a partir de textos de García Lorca y otros autores, se buscaba abordar los clásicos desde el humor.Con nuevos contenidos, este espectáculo tiene el común con aquel la búsqueda por focalizar en los tics, los esquemas por demás trillados, y otras muletillas que cada tanto se ven en los escenarios.En 11 cortas escenas desfilan segmentos de Ibsen (Casa de muñecas), Florencio Sánchez (M`hijo el dotor), Tennessee Williams (El zoo de cristal), García Lorca (La casa de Bernarda Alba) dan pie a que grupos de pocos actores muestren el revés de tanto drama. Para colmo, el propio Chéjov aparece en escena para dar su...