Gobierno desestima tirón de orejas de ONU por cannabis

Tomer UrwiczEl mensaje se repite cada año desde que Uruguay reguló la venta de marihuana : su Estado "contraviene los tratados de fiscalización internacional de drogas (...) pudiendo socavar los tratados y pudiendo alentar a otros Estados partes (de Naciones Unidas) a seguir su ejemplo". No hay nada nuevo en este tirón de orejas que todos los marzo emite la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) , salvo que esta vez el rezongo también comprende a Canadá.Tal vez sea la inclusión de países como Canadá, algunos estados de Estados Unidos y próximamente México, suma-do a la falta de sanciones concretas, lo que lleva al gobier- no uruguayo a desestimar, una vez más, el tirón de orejas de la JIFE.Según fuentes de Presidencia de la República, "Uruguay ya esperaba este rezongo porque el organismo fiscalizador está para auditar las convenciones de 1961, 1971 y 1988... y hasta que no cambien esas convenciones seguirá el esquema prohibicionista".De hecho la convención de 1961 es la que crea la Junta de Fiscalización. También son estos acuerdos internacionales -hijos de una época en que el combate a las drogas era ilegalizarlas- los que colocaron a la marihuana como una de las sustancias más peligrosas.En la Junta Nacional de Drogas saben que "en el corto plazo hay pocas chances de que se modifiquen las convenciones". Pero sí aspiran a que se logren pequeños cambios en cómo es vista la marihuana. Es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce algunos efectos terapéuticos de la planta de cannabis, sugiere que se legalice el cannabidiol (conocido por su sigla CBD, uno de los componentes de la planta) e incita a las Naciones Unidas a que modifique el listado de sustancias peligrosas (sigue sien-do peligrosa pero no "tan peligrosa").La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito tiene a estudio las recomendaciones de la OMS, pero no habrá una resolución inmediata porque algunos países pidieron una prórroga para analizar el tema en detalle.Aunque parezca un debate para juristas internacionales, detrás de esta polémica está el talón de Aquiles del experimento uruguayo de regulación de la marihuana. Los bancos estadounidenses no operan con empresas vinculadas al negocio de la droga. Los bancos estadounidenses, a su vez, tienen acuerdos de corresponsalía con los bancos uruguayos. Los bancos uruguayos, por decantación, no puede manejar cuentas vinculadas a las drogas (incluyendo el cannabis)."Peor es meneallo, amigo...

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