Gobiernos y naciones

Nacimos en este lugar como nación independiente luego de un largo proceso. Condiciones geográficas, especialmente la posesión del mejor puerto natural, fueron el escenario. Decisiones políticas como Tordesillas, el afán de dominación de Buenos Aires, la visionaria jefatura de Artigas y la voluntad de los orientales hicieron que la coincidencia con Gran Bretaña floreciera en 1828 con nuestra independencia. >Pudo haber sido otro el proyecto, más generoso y poderoso, pero la negativa porteña a las Instrucciones lo frustro para siempre. Somos linderos y por lo tanto proclives a tener rozamientos y diferencias pero obligados, en pro del interés mejor de cada uno, a llevarse bien. Algunos temas polémicos no pueden desaparecer, tales como la competencia de puertos o las polémicas sobre uso de los ríos, pero estos aspectos deben de acotarse, buscando amortiguar sus efectos perjudiciales y poniendo voluntad para que no pasen a mayores. En todo lo demás las mejores relaciones son de base, no admiten, en una mínima inteligencia del bien común, dos maneras de encararse.Llevarse bien es un gran negocio, aparte de ser el clamor de dos naciones con tantas cosas en común. Ello atañe primero a los gobiernos, como responsabilidad implícita en la conducción política de cada país. Pero si los gobiernos fallan , serán las naciones las que deban decir su palabra.Ni de un lado ni del otro del Plata hemos tenido gobiernos de la talla necesaria. Desde enfrente ciertos núcleos de poder, tanto político como sindical como económico, parecen empeñados en agravar lo que pueda ser cualquier legítima diferencia mutua. El Palacio San Martin empeñado en una trasnochada empresa de borrar los adelantos que en materia de navegación se obtuvieron en la década del 90 y que a ambos países beneficiaron. Los localismos de Entre Ríos buscando explotar, por intereses adjetivos, pasos del desarrollo industrial que de los dos lados del río deberían florecer. Fuerzas muy poderosas económicamente, guarecidas en la administración de la navegación y los dragados convertidas en feudos productores de beneficios cuantiosos. De nuestro lado un manejo incomprensiblemente contradictorio de la relación más importante que tenemos, junto con la del Brasil.El gobierno del Sr. Mujica ha vivido en éxtasis de admiración ante los gobernantes vecinos. Recibiendo las irrespetuosas mencionesal querido Pepe cuando correspondía Sr. Presidente de la República Oriental, la burla del tren de los Pueblos Libres y la...

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