El goleador eterno

Hay muchas cosas que cuando era más joven no tenía en cuenta, o no me parecían importantes y hoy las cumplo a diario", dice el goleador uruguayo Rodrigo López, que defiende a Libertad de Paraguay, en el lobby del Gran Hotel Paysandú donde se alojaron los guaraníes, que anoche enfrentaron a Nacional. "Me cuido mucho en la alimentación, tengo una nutricionista particular, y tomo mis proteínas y mis batidos. Más allá de los profesores y la nutricionista de Libertad, que es un club que te brinda todo", explicó el delantero de 36 años quien hoy suele rechazar invitaciones a cenar porque prefiere comer bien en casa y descansar como se debe para estar bien para el entrenamiento del día siguiente.Rodrigo convirtió 36 goles en la última temporada (17 en el primer semestre en Luqueño y 19 en el último en Libertad) y explica los secretos para mantener su vigencia, que parecen estar en el cuidado personal y en la forma en que se siente, igual que cuando a los 16 años fue ascendido a la Primera de River Plate por Jorge Fossati."Antes, cuando era chico, capaz que terminaba un partido y me iba a cenar, o a veces al baile. Hoy disfruto mucho más de lo que hago y me tomo mi tiempo para todo. Llego una hora antes a cada práctica para calentar bien los músculos y realizar el trabajo preventivo correspondiente. Y después me meto en la piscina con hielo y me tomo el batido de proteínas. También me tomo un día más de recuperación después de cada partido. No entreno con exigencia hasta las 48 horas o a veces hasta las 72 horas, eso me lo enseñó otro uruguayo, el profesor Carlos De León cuando estaba en Olimpia", relató.Rodrigo, vigente campeón del Apertura con Libertad, está feliz por su última temporada -jugó más de 40 partidos- sin lesiones. "Me sentí con el deber cumplido. Muy bien físicamente. Fui otra vez ese jugador que se tira atrás, que llega, y para cumplir las dos funciones de armar e ir al área hay que estar bien en lo físico".Hacía mucho que no venía a jugar a...