La historia del '1'está abierta

De cada mundial se recuerda, además del país donde se disputó, primero al campeón; después la final; luego la figura más destacada; y, por último, al goleador, si éste no se constituyó también en el mejor jugador del campeonato.Asimismo, por regla general, la selección que conquista la Copa del Mundo es la que tiene el arco menos vencido; y, si bien es cierto que así como en el caso de los artilleros el funcionamiento colectivo es importante para que aquellos se consagren como tales, en el de los arqueros ocurre otro tanto, lo real es que el recuerdo de los últimos no perdura tan en primer plano.Es más difícil, pues, establecer parámetros, por ejemplo, entre Ricardo "El Divino" Zamora, los rusos Lev Yashin y Rinat Dassaev, nuestro compatriota Ladislao Mazurkiewicz, el belga Jean Marie Pfaff, los argentinos Ubaldo Matildo Fillol y Sergio Goycoechea, el inglés Gordon Banks, el italiano Dino Zoff, los brasileños Gilmar y Claudio Taffarel, el francés Fabien Barthez y los alemanes Oliver Khan y Sepp Maier.Si la clasificación se hace por estilos, parece no haber dudas: el de Yashin, que jugó los mundiales de 1962, 1966 y 1970, y Mazurkiewicz, que disputó los de 1966, 1970 y 1970 fue diferente, además de gravitante: el ruso patentó, y el "Chiquito" continuó, la línea de los arqueros que atajaban con una economía de movimientos que privilegiaba el sentido de la colocación y la intuición y lectura del desenlace de las jugadas, lo que les permitía resolver el riesgo que se cernía sobre sus arcos dando un par de pasos hacia adelante, achicándole el ángulo de remate a sus rivales, más que yendo al piso o volando a los costados. Esas armas eran tan eficaces como sus manos y brazos.La figura de Yashin, al que le decían "La Araña Negra", se acrecentó por la exótica imagen que el arquero soviético transmitía a través del adusto color de toda su indumentaria; y con la de Mazurkiewicz ocurrió igual, porque utilizó el mismo tipo de ropa y, además, su gestión fue gigante ante Inglaterra, Francia y México en 1966, estuvo correcto en 1970, y evitó una catástrofe celeste frente Holanda en 1974.Otro innovador, fue "El Divino" Zamora, que jugó el Mundial de 1934, y fue el precursor del recurso de rechazar los pelotazos rivales con los codos y antebrazos.De ahí para abajo, los nombres de arqueros que dejaron su marca en los mundiales, surgen como si fueran fuegos artificiales:1)Gilmar jugó los mundiales de 1958 y 1962, y Taffarel los de 1990,1994 y 1998; ambos eran sobrios...

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