Hombre mató a patadas al perro de un vecino 'por ladrar mucho'

La pequeña localidad de San Jacinto, en Canelones, se vio sacudida por la reacción de un hombre de 80 años, que mató un perro a "martillazos y patadas", para luego arrastrarlo atado a la parte trasera de su vehículo hasta un terreno baldío, donde lo arrojó."No sé cómo pudo hacer una cosa así. Es un hombre antisocial, de poco hablar, pero nada justifica la atrocidad de lo que hizo", comentó a El País un vecino de San Jacinto, irritado con la situación.El hecho sucedió el domingo 9 a la mañana. El perro era de una familia que hacía unos días se había mudado de Las Piedras a San Jacinto y además de este animal, tenía otros dos perros de raza pequinés.Durante la noche del sábado, con el fuerte temporal que azotó varias zonas del país, el dueño de los perros decidió ingresar a la casa a los dos pequineses, pero sin embargo no pudo hacer lo mismo con el restante animal, por falta de espacio. Fue así que lo ató a un árbol, en el jardín de su casa."Al otro día, el domingo de mañana, el veterano salió quejándose de que el perro no lo había dejado dormir en toda la noche, que se pasó ladrando. El muchacho le respondió que lamentablemente no tenía espacio para este perro adentro de la casa y que la verdad era mejor deshacerse de él. El veterano le dijo que se quedara tranquilo que él se encargaba", contó a El País un vecino del lugar que presenció el hecho.En estado de ira el hombre tomó a patadas al animal, y luego lo agredió con un martillo., que fue especialmente a buscar a su casa. "Esto fue un domingo a las 10 de la mañana, la gente empezó a salir de sus casas y se encontró con esta situación horrible. El dueño del perro se agarraba la cabeza, pero no hacía absolutamente nada", se lamentó otro vecino. Ya en estado inconsciente, lo ató al auto y se fue con el perro de arrastro."Lo arrastró, por lo menos, unas 10 cuadras. Al final paró en un terreno baldío y lo dejó ahí tirado", narró Gabriel. A su paso fueron varios los que intentaron detener el auto, al grito de "salvaje" y otros insultos, pero sin éxito. "El hombre no paraba, estaba desacatado. Creo que si alguien se ponía firme, iba a terminar muy mal la cosa", describieron.Lo peor de todo, según describen los testigos, es que el perro no estaba muerto al momento de ser arrastrado varias cuadras.Lo que sí optaron por hacer los vecinos fue recurrir, inmediatamente, a la...