Honestidad e hipocresía

Junto a varios de mi generación peleamos duro por la libertad en tiempos de dictadura, no tenemos que pedir permiso para opinar del respeto y la defensa de los derechos humanos. Luchamos muchos, pero muchos no es todos. Hoy es fácil hablar de DDHH, incluso para algunos que andaban escondidos debajo de la cama cuando éstos se violaban.Lacalle Pou declaró con sinceridad lo que piensa, es hijo de una generación que no fue protagonista de un lado ni de otro de los enfrentamientos. No sé bien que es eso de la teoría de los dos demonios, pero que hubo dos bandos, hubo.Sus declaraciones, respetuosas, levantaron comentarios en algunos círculos. Vamos a referirnos a aquellos bien intencionados, no a los que con impulso de brutal ferocidad y en medio de una campaña electoral encontraron este tema para hacer política, ni a aquellos que descubrieron los derechos humanos la semana pasada.Los derechos individuales no son sólo los que se violaron hace 40 años, son también los que se violan todos los días hoy: cuando un chiquilín no puede ir a clase, cuando una mujer es robada y golpeada, cuando un jubilado está solo y sin recursos, olvidado por su familia y por todos. De éstos hay pocos hinchas, pocos hablan, pero son derechos violados a humanos. El respeto que le tenemos es grande a éstos como también profundo a las familias que perdieron a un integrante al que todavía no encuentran. Todos son valiosos y nos despiertan dolor y también rebeldía.El presidente Mujica dice que la reconciliación se dará cuando los protagonistas no estén más, apuesta a la biología. Esa es una forma de lavarse las manos y no hacer lo que se debe, que es pedir perdón a la sociedad por la responsabilidad que tuvieron. Haber sufrido la violación de los...

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