Las idas y vueltas de un tanguero a lo largo del mundo

Se fue hace casi 40 años cuando emigraba buena parte de lo mejor de una generación: los que se consideraban capacitados para encontrar afuera un mejor destino. Tal como hicieron nuestros abuelos.A Tomás Alcón no le faltaba reconocimiento; todos lo tenían presente como la voz del Combo Camagüey, orquesta de moda de entonces. Lo contrataban como locutor y su flamante carrera como tanguero marchaba viento en popa. Pero en Uruguay ningún trabajo daba para vivir sin sobresaltos; se podía ser artista pero si se trabajaba en algo más. Puso un comercio con el resultado imaginable en un tiempo en que fracasaban hasta los mejores emprendedores. Uruguay experimentaba un ambiente migratorio masivo y él no fue la excepción."En algún momento me dijeron que lo mejor para mi vozarrón no era la música tropical, sino el tango. Intervine en el concurso `Cuando canta el Uruguay` y a partir de allí, mi orientación artística tuvo un cambio drástico", cuenta Tomás, para luego desgranar anécdotas de su paso por Europa donde encontró muchos uruguayos y muchos argentinos, con los cuales todavía hoy tiene una relación de amistad.La historia es más extensa. En esos 40 años se hizo conocido de la mayoría de los uruguayos y argentinos radicados en EE.UU. Conocen sus grabaciones junto a Raúl Jaurena y recuerdan la primera orquesta típica fundada en Nueva York con músicos de la filarmónica y la sinfónica de aquella ciudad. Fue célebre la primera Misa de tango interpretada en la iglesia St. Patrick de Manhattan, donde él llevó la voz de barítono, en una televisación memorable para los rioplatenses. "La iglesia estaba abarrotada; eran dos mil personas con la emoción a flor de piel", recuerda.Los retornos a Montevideo se fueron espaciando; alternados con giras por Europa y América. "Llevo recorridos 26 países", anota. "Acá en Montevideo, me encontraba con Alberto Mastra, Julio Frade, Federico Britos y un músico admirado en todo el mundo como lo es Hugo Fattoruso. No quiero enumerarlos, me olvidaría de muchos". "Hoy lamento que algunos ya no están, pero también celebro encontrarme amigos con los que compartí escenario como Olga Delgrossi; o con quienes jugamos al fútbol o fuimos compañeros en la escuela de mi barrio La Victoria, entre Belvedere y Capurro…"Alcón no presume de gran cantor, pero no le da la derecha a nadie en materia de amistad. Las embajadas de Uruguay y Argentina en Washington, y los consulados en varias ciudades, lo...