Se asomó la idea de Alonso

Antonio Pacheco por el centro, pero sin estancarse allí; el "Japo" Rodríguez y Estoyanoff por las bandas, bien abiertos; Zalayeta de nueve. Detrás de ellos, que fueron los cuatro jugadores de ofensiva que puso Diego Alonso en su primer amistoso, jugaron Amado y Píriz como doble cinco y, más atrás, una línea de cuatro sin demasiadas sorpresas en este momento de Peñarol: Aguirregaray, Macaluso, Gonzalo Viera y Albín.Ese fue el primer Peñarol de la nueva era, la del "Tornado", y al que le costó bastante engranar, entrar en el partido ante Wanderers el sábado de mañana en el Centro de Alto Rendimiento. "Está trabajando muy bien, hay mucha esperanza", decía uno de los tantos dirigentes que fue a la práctica, mientras el equipo no se encontraba en la cancha, en unos primeros 20 minutos en el que sufrió el toqueteo habitual de pelota de un equipo prolijo y trabajado como el de Alfredo Arias.Ya para el segundo "chico", después de una breve charla de Alonso, la imagen empezó a cambiar. Para bien, claro. "¡Ahogo! ¡Presión!", gritaba desde afuera el técnico y el equipo respondía. Wanderers dejó de sentirse cómodo en la cancha y la movilidad y velocidad del "Japo" y Estoyanoff comenzaron a dar sus frutos.En esos segundos 20`, la pisada cambió y dos goles generados por la derecha dieron vuelta el marcador. Uno de los goles llegó con un pase atrás de Píriz para la definición del "Japo" -de derecha-; y otro llegó más al estilo del Peñarol de los últimos meses, con desborde del "Lolo" Estoyanoff, centro atrás y definición del goleador, Zalayeta.A nivel defensivo, las incursiones del bohemio Javier Cabrera -alguna vez pretendido por Peñarol- complicó bastante al sector derecho, sobre todo aprovechando los espacios que dejaban los intentos de subida de Aguirregaray.Claro que Juan Castillo tuvo una actuación como aquellas de su primer ciclo en el club y...