El impacto de las compras de dólares por el Banco Central

El precio apenas se mantiene estable mediante grandes compras de dólares por parte del Banco Central (BCU) procurando que la cotización no caiga. En ese intento sube las tasas de interés en pesos y termina alentando el ingreso de capitales y genera una dinámica de pérdida fiscal que solo se recuperará cuando los inversores se vuelvan a pasar a dólares. El desafío por lo tanto pasa por moderar el ingreso de capitales de corto plazo con carácter especulativo.

Antes de analizar lo que sucede con las compras de dólares del BCU vale la pena poner el contexto económico en el que suceden.

El fenómeno de atraso cambiario está ocurriendo y sin necesidad de ingresar en discusiones sobre las metodologías para medirlo basta con observar realidades que golpean los ojos. El dato de sueldos y tarifas de servicios públicos en dólares en Uruguay arroja valores muy altos en el comparativo internacional. Hay un abaratamiento de viajar al exterior, es clara la caída en precios de productos importados y la composición de las góndolas en los supermercados tiene cada vez mayor participación en productos del exterior.

En este contexto, para que el dólar no se siga atrasando en relación al costo de vida, el BCU realiza desde mediados del año pasado fuertes compras en el mercado. Estas compras provocan una acumulación de reservas internacionales.

Al cierre del 2016 los activos de reserva del BCU eran US$ 13.436 millones y un año después suben a US$ 15.959 millones. El nuevo año sigue en la misma tónica y en los primeros 15 días de enero el BCU ya compró US$ 271 millones.

El racional de estas compras es evitar grandes fluctuaciones, comprando cuando hay presión excesiva a la baja y vendiendo cuando la corriente cambie y existan presiones fuertes a la suba.

La contracara inicial de la compra de estos dólares es la liberación de pesos al mercado pero esta situación quita de trayectoria el manejo de la cantidad de dinero en relación a la inflación deseada.

Para evitar el exceso de oferta de dinero, el BCU emite Letras de Regulación Monetaria quitando de esa forma liquidez.

Al final de este circuito, la cantidad de dinero sigue la evolución prevista pero el balance del BCU se ve alterado al tener un activo más grande y conformado por dólares y un pasivo más grande expresado por las deudas en pesos.

Un primer efecto, mientras el tipo de cambio se mantiene estable, es que el BCU paga más intereses por sus deudas en pesos que los que recibe por las colocaciones que realiza...

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