Una impresora crea maquillaje a medida

Después de egresar de la escuela de negocios de Harvard, Grace Choi trabajó tres meses en Burger King, y tenía como objetivo investigar nuevos platos para la cadena de comida rápida. Sin embargo pasaron unos meses, y decidió tomar un nuevo rumbo: adaptar una impresora tradicional y transformarla en un equipo capaz de crear pinturas para uñas, un lápiz labial o una sombra para ojos, con el objetivo de desafiar a las reglas que impone la industria de la belleza."Cobran sumas inmensas por algo que la tecnología puede ofrecer gratis: el color", dijo Choi durante la presentación de su impresora 3D Mink en la conferencia TechCrunch Disrupt que tuvo lugar en mayo.A diferencia de las impresoras 3D, que utilizan por lo general un filamento plástico que se moldea mediante la acción del calor, el prototipo de Choi se basa en las impresoras tradicionales de inyección de tinta. Ella evaluó unos 20 modelos diferentes hasta que eligió una HP 6100 para combinar los ingredientes base y así poder lograr un maquillaje y una crema labial. Además, se basó en diversas búsquedas de Google y en varias entrevistas que realizó a especialistas.El resultado fue que más allá de personalizar el tono preferido, Mink es un equipo que busca optimizar un cosmético para un color elegido y así evitar las muestras que suelen desperdiciarse en el estuche de un lápiz labial o en el recipiente de una crema o maquillaje.Muchos inversores se mostraron interesados en el proyecto de Choi con inversiones millonarias, pero...

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