Jugando con suplentes

Es muy difícil escribir sobre la realidad cotidiana sustrayéndose del conjunto de emociones que ha convocado este Mundial. No obstante la sucesión de noticias económicas y políticas, tanto del mundo como muy especialmente de la región, obligan a detenerse sobre la carencia del partido de gobierno en cuanto a capacidades reconocidas para conducir la política internacional del Uruguay.En efecto, los años de gobierno socialista han evidenciado la ausencia de nombres de reconocimiento internacional, ya sea por su trayectoria como por su contribución al pensamiento. No hay ningún juicio sobre las personas pero es claro que en esta década socialista, ningún canciller, ninguna figura de la administración oficial, han sido destacadas ni van a culminar su gestión siéndolo. No ha habido allí ni Iglesias ni Barrios Tassano, ni Gros Espiel o Abreu, ni Opertti, por citar solo algunas figuras renombradas que ya lo eran y lo siguieron siendo en la consideración internacional. Ello sin olvidar además a quienes nos representaron en la crisis del 2002 logrando con su profesionalidad encomiable, resultados que crecen en la consideración con la distancia de los años y el contraste argentino. Sin olvidar que el propio Tabaré Vázquez reclamó el default, que nos hubiera sumido en una situación análoga a la de la Argentina hoy. Aquel grupo recordó también al de 1985 que nos devolvió a los mercados mundiales.Viene ahora un mundo para el que la profesionalidad tanto como las relaciones previas de quienes conduzcan los contactos internacionales será vital. Ocurre como en la vecina orilla, en la que todos los partidos le piden al gobierno mejorar su nivel profesional a la hora de abordar temas complejos. Se acaba el tiempo de la diplomacia en chancletas, o de la telefoneada entre presidentes que, o conducen un equipo de primera o simplemente quedan solo para el anecdotario popular. Las declaraciones de contenido populista, el establecimiento de relaciones con países afines ideológicamente, son todos elementos que subrayan una situación peligrosa para el país. Han sido diez años donde no solo ha prevalecido lo político sobre lo jurídico en tantos terrenos, sino que esa modalidad se ha pretendido extender a las relaciones...