Kicillof: del 'rojo marxista' a pragmático

Cuando se convirtió el año pasado en ministro de Economía de Argentina, muchos en la comunidad financiera temían que Axel Kicillof, pudiera aislar aún más a la tercera economía latinoamericana en nombre de su ideología.Por el contrario, este enigmático académico -alguna vez descrito por uno de sus críticos como un "rojo incendiario marxista"- en pocos meses resolvió algunas de las batallas que Argentina venía librando desde hacía años con empresas y acreedores.En un intento por atraer inversiones, cerró acuerdos con el Club de París para cancelar casi US$ 10.000 millones en deuda y con el grupo petrolero español Repsol para compensarlo por la nacionalización de la compañía energética YPF.Esos acuerdos han aumentado el precio de los bonos y acciones argentinas. Además renovaron la confianza de los inversores en un país que ha estado alejado de los mercados internacionales desde su masiva cesación de pagos del 2001/2002.Ahora la prueba clave para el nuevo estilo conciliador de Kicillof será si puede cerrar un acuerdo con los acreedores rebeldes que se niegan a reestructurar sus bonos incumplidos, lo que le permitiría a Argentina finalmente dejar atrás su default.Si la Corte Suprema de Estados Unidos decide no escuchar el caso argentino contra esos acreedores y Kicillof no logra negociar un pacto, la nación sudamericana se enfrenta a la posibilidad de una nueva cesación de pagos.En dos canjes de deuda en el 2005 y en el 2010, el 93% de los tenedores de bonos argentinos en default aceptaron una quita del 65% a cambio de títulos nuevos. Pero el resto siguió reclamando el pago completo de los instrumentos."Ha pasado la barrera de la ideología al pragmatismo", dijo a Reuters un ejecutivo que se ha sentado a negociar con el exprofesor universitario de 42 años. "Tiene un trato tremendamente pragmático, contrario a lo que podría parecer", añadió. Este hombre de negocios, como otros entrevistados para este artículo, pidieron no ser identificados por temor a que sus comentarios tuvieran un impacto en su relación con el gobierno.Kicillof declinó hablar con Reuters para este artículo.Analistas han dicho que la derrota de la presidenta Cristina Fernández en las elecciones legislativas del año pasado y una peligrosa caída en las reservas internacionales del Banco Central obligaron a su gobierno a tomar una posición más ortodoxa para favorecer la inversión internacional.No queda claro si Kicillof está manejando la agenda o si Fernández ha impulsado el cambio. El ministro...

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