Lacalle Pou y Milei

Fecha de publicación27 Abril 2024
No pasó inadvertido el discurso pronunciado el miércoles por el presidente Luis Lacalle Pou en una cena organizada por la Fundación Libertad en Buenos Aires. Llamó la atención, tanto por los conceptos manejados como por su contraste con el cierre presentado por su colega Javier Milei.



Lacalle Pou agradeció las medidas tomadas por el gobierno argentino para facilitar el dragado a 14 metros en el canal de acceso al puerto y expresó su deseo de que entre ambos países se destrabe la compleja situación del Mercosur.



Más allá de estas coincidencias, los discursos fueron muy distintos. Uno era propio de un presidente, el otro era el de un enardecido militante, a veces devenido en profesor.



Lacalle fue aplaudido con entusiasmo por un público mayormente argentino. Su discurso estaba bien organizado, conceptualmente de fondo y se desarrolló con lenguaje llano.



Milei, por su parte, se propuso dar una larga clase de economía para explicar las medidas tomadas. Fue confuso, con digresiones varias y tomadas de pelo a un economista que días antes planteó reparos a sus políticas.



Lacalle explicó lo que llamó la "fórmula uruguaya" que, aclaró, no necesariamente era extrapolable a otros países. Fórmula con la cual él está "satisfecho pero no conforme".



Definió la importancia de las instituciones en una democracia, por garantizar el funcionamiento del país y la libertad de cada uno de los que lo habitan.



No habló de economía pero al explicar la importancia de lo institucional, dejó entender por qué es bueno ser socio de Uruguay a la hora de pensar en proyectos de inversión. Fue a la esencia de las cosas, a que lo sustancial está en los "anclajes" que trascienden a los gobiernos de turno.



Defendió la idea de un "Estado fuerte, aunque no grande", apoyado en instituciones, para lo cual es necesaria "una clara separación de poderes". Haciendo la salvedad de que quizás eso no sería popular ante la audiencia a la que se dirigía, resaltó el rol de los partidos políticos. Sin ellos, dijo, una democracia corre riesgos.



Enfatizó en que quienes son socialmente vulnerables no disfrutan de la misma libertad y por lo tanto es necesario que alguien les "haga piecito" para pasar al otro lado del muro. En ese sentido, el Estado juega un rol para que "el individuo pueda gozar del ejercicio de la libertad". Aludió al respeto que debe haber entre quienes piensan distinto recurriendo a una frase que si bien reconoció no ser suya, se convirtió en su lema: "ser firmes con las ideas y suave con las...

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