Su corazón late fuerte

Rodrigo Aguirre se perdió el Mundial por una pericarditis Pero arrancó el Apertura con golazo para Liverpool"¡Te felicito Rodrigo!". Fue la frase más escuchada el domingo a mediodía cuando Rodrigo Aguirre regresó al barrio Cadorna, donde se crió, tras la victoria de Liverpool frente a Defensor Sporting, conseguida gracias al gol que anotó al final. "¡Miren, vino el jugador Jumbo!", le dijeron algunos en tono de broma. Es que sus 18 años pasaron allí, en las viviendas de la calle Ameghino, y los vecinos lo vieron crecer."Apenas anoté se me llenó la boca de gol, fue un desahogo. Y se me pasaron muchísimas cosas por la cabeza. Mi familia, el Mundial que me perdí, el apoyo que siempre tuve de mis compañeros y del club. Estaba esperando volver a jugar un partido oficial y fue impresionante por la forma en que se dio, en la hora y frente a Defensor Sporting", contó el juvenil 24 horas después, en la puerta de su casa.Cabe recordar que Aguirre se perdió el Mundial Sub 20 de Turquía por una pericarditis. Comenzó con un dolor en el pecho y lo llevaron en ambulancia de urgencia al sanatorio porque pensaban que le estaba dando un infarto. Estuvo ocho días internado realizándole estudios. Luego tuvo que guardar un mes de reposo antes de volver a practicar deportes. Y se perdió el Mundial. "Me explicaron que se me inflamó el pericardio, que es una especie de tela que rodea al corazón. Eso provocó el dolor tan fuerte que tenía en el pecho. Por lo general es algo viral, pero es común en deportistas", explicó Rodrigo recordando su mala experiencia."Tenía unas ganas bárbaras de jugar el Mundial, una expectativa impresionante, y me pasó eso una semana antes de viajar", agregó el delantero quien vivió los partidos por televisión como si hubiera estado en Turquía."Lo sufrí muchísimo porque pensaba que podía estar ahí, pero al mismo tiempo sentí un orgullo tremendo y una alegría enorme por lo que lograron mis compañeros. Estuve siempre en contacto con ellos y me hicieron sentir siempre que yo era parte de todo eso", relató. "El partido frente a Irak fue en el que más sufrí, en los penales. Estaba en casa de unos amigos y me volví a la mía porque no aguantaba más. Creí que iba a explotar. Y la noche antes de la final no pude dormir, parecía que iba a jugar yo", agregó.IMPORTANTE. "Vestir la Celeste es lo mejor que me pasó. No hay nada más lindo. Ya ir al Complejo a entrenar y tener al maestro Tabárez al lado es impresionante. El sólo hecho de saludarlo todos los días te hace...